La pelea para la Gobernación del massismo se reduce a Giustozzi y Posse

La pelea para la Gobernación del massismo se reduce a Giustozzi y Posse
De la Torre y Eseverri se apartaron. Massa pidió postergar candidaturas, pero fogonea al sanisiderense para frenar al de Brown.
Darío Giustozzi y Gustavo Posse se disputan abiertamente la candidatura a gobernador por el Frente Renovador, aún cuando Sergio Massa pidió demorar las aspiraciones individuales hasta nuevo aviso.

"Los que quieran hablar de candidaturas personales están pensando en su futuro personal", se quejó el ex intendente de Tigre en febrero, al presidir el acto del Frente Renovador (FR) en conmemoración de un nuevo aniversario del primer triunfo electoral de Perón. Fue un mensaje implacable a Darío Giustozzi quien había organizado el acto en parque Norte, acaso imaginando que iba a ser el inicio de su consolidación como candidato "natural" del massimo para la provincia de Buenos Aires.

La advertencia dividió las aguas en el Frente Renovador: Los intendentes más cercanos a Massa se apresuraron en desmarcarse de la pelea de la gobernación, pero Giustozzi multiplicó sus recorridas por la provincia, inmune al reproche.

El siguiente acto del Frente Renovador fue en Mercedes y allí el intendente de Almirante Brown fue uno de los oradores principales, varios de sus dirigentes afines llegaron con consignas de 2015 en lo que se entendió como una desobediencia explícita al mandato del ex jefe de Gabinete de no hablar de candidaturas, que en rigor excede la pelea por la provincia y alcanza a los municipios.

“Massa no puede pedirnos que nos lancemos a pelear contra intendentes que llevan décadas en el cargo con apenas tres meses de campaña”, le dijo a LPO uno de los referentes locales identificados con Giustozzi, que buscará pelear por la intendencia de su municipio.

El actual jefe del bloque de diputados no se detiene: armó su bunker en las oficinas de Cerrito que el Frente Renovador usó para la campaña. El lugar elegido marca también la complejidad de su vínculo con el ex jefe de Gabinete: se recelan pero también acuerdan. De hecho, fue el propio Massa quien lo ungió jefe de bloque.

Giuztozzi ahora trabaja para levantar su perfil en los medios y, a su alrededor, se jactan de sostener un discurso político más sólido que el de Massa. "Darío cuando recibe a los técnicos es capaz de escucharlos cuatro horas, Sergio les da lecciones a ellos", bromean en el entorno del ex intendente de Almirante Brown.

Sin embargo, reconocen que su talón de Aquiles es la falta de conocimiento público y las por ahora bajas mediciones en las encuestas. Por eso, su principal temor es que sobre el filo de las elecciones Martín Insaurralde pegue el salto y se sume al massismo.

No es un secreto en el Frente Renovador que existe un diálogo frecuente entre Massa y su ex rival del kirchnerismo. Tampoco es un secreto que Insaurralde es hoy el candidato a gobernador que más mide en la provincia, y si bien su presente está atado a Daniel Scioli, nadie garantiza que ese posicionamiento sea inamovible.

Los que dieron el paso al costado

El núcleo duro Joaquín de la Torre, intendente de San Miguel, tomó la consigna de su líder y descartó cualquier aspiración provincial, pese a que en diciembre no lo había descartado. ¿Las razones? Más allá de obedecer la orden de Massa, también pesó la necesidad de preservar el control del distrito y no distraerse con peleas que acaso se saben inconducentes.

DE hecho, José Eseverri, alcalde de Olavarría, recordado por ser junto a su padre el primer radical en pasarse al kirchnerismo, fue más explícito y anticipó que buscará su tercer mandato como intendente.

“Seguramente sea candidato a intendente. Es un desafío y tengo ganas”, dijo durante una recorrida por Azul al anunciar que se bajaba de la pelea por la gobernación. La declaración de Eseverri llama la atención porque uno de los ejes de campaña de Massa fue limitar a una las reelecciones de los jefes comunales.

De seguir esas instrucciones, los intendentes que pretendan ir por un segundo o tercer período deberían esperar una orden de Massa para ver cómo seguir. Y pocos parecen estar dispuestos a hacerlo.

La apuesta Posse

Massa no se quedó de brazos cruzados viendo crecer a Giustozzi e instruyó a Gustavo Posse a no abandonar sus aspiraciones provinciales.

El intendente de San Isidro se cuida de decir públicamente que buscara la gobernación, pero comenzó una intensa recorrida por la provincia: El martes estuvo en José C. Paz, tierra difícil para el massismo. Su apuesta es levantar el nivel de conocimiento y para eso ya prepara una nueva tanda de afiches con el logo del Frente Renovador.

Con estas movidas, Posse destierra por ahora los rumores de un regreso al macrismo, donde militó casi hasta el cierre de listas, sostenidos en la difícíl relación que tiene con la familia política de Massa..

Quienes quieren sucederlo en San Isidro están en la propia familia de Massa: la suegra Marcela Durrieu y el cuñado y senador provincial Patricio Galmarini. Si el intendente se corre de la escena municipal, acaso les facilitaría el acceso a la intendencia.

Sin embargo, en algunos búnkeres massistas creen que al final se impondrá la lógica y surgirá la fórmula Gistozzi-Posse. "Encabeza la tercera y secunda la primera", argumentan con olor a viejos dogmas del peronismo del Conurbano.

Lo ciertos es que si Massa no impone algún candidato "por arriba" como podría ser Insaurralde, será difícil que quien llegue con menos chances a las Paso no piense a negociar, porque la ley de internas de la provincia, escrita a semejanza de la nacional, deja sin nada a quien pierda en las primarias. Y nadie querrá quedarse sin nada.

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