La “pelea” en el Concejo capitalino se hará esperar

El tratamiento de la suba en el precio del boleto urbano prometía avivar la pelea política entre alperovichistas y amayistas. Pero eso podría ocurrir recién a fin de año, cuando efectivamente llegue al recinto el pedido que aún los empresarios del sector no presentaron de manera formal en el Concejo Deliberante. 

Durante esta semana, el amayismo a pleno se había pronunciado en contra del incremento del boleto. Y fue el propio intendente Domingo Amaya el que tiró por tierra la intentona de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat). Los propietarios de ómnibus pidieron que el precio del boleto urbano pasa a costar de los $ 3,90 actuales a los $ 6,43. 

“Me parece que no es momento de hablar de un aumento del boleto. Estamos pasando un momento difícil. En cada lugar que vamos a recorrer la provincia la gente nos pide trabajo. Imagínense, si aumentamos el boleto le metemos la mano en el bolsillo a la gente”, sostuvo el intendente. “Que no les quepa la menor duda de que no voy a avalar ese pedido. Que se queden tranquilos los vecinos”, concluyó el jefe municipal.

Cada año y antes de enviar al Concejo el estudio de costos, los empresarios contaban con el visto bueno de la Casa de Gobierno. Y los concejales alperovichistas y amayistas obraban en consecuencia a lo que se resolvía en el edificio de 25 de Mayo y San Martín. Pero ahora, con las marcadas diferencias entre los dos sectores del peronismo capitalino, la votación en torno a la suba del boleto podría cambiar entre las dos huestes.

Desde el alperovichismo también salieron a “parar la pelota” en relación al pedido de Aetat. El presidente del Concejo, Ramón Santiago Cano dijo, a través de su cuenta de Twitter, que no era el momento para conceder un nuevo incremento. “El último aumento del boleto fue en abril. Y no hay consenso para otro aumento por más crisis que haya. Que esperen. El usuario está primero”, escribió Cano.

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