Pausa para repensar el ensanche de la Ruta 22

Pausa para repensar el ensanche de la Ruta 22
El paso de autovía a autopista requiere cambios en el proyecto. Se detuvieron algunos trabajos a la espera de las definiciones.

El cambio de proyecto de ampliación de la Ruta 22 de autovía a autopista obligó a rediseñar las tareas y le puso una pausa al ritmo de los trabajos. Aunque las máquinas y los operarios continúan con las tareas de ensanche, algunas obras debieron detenerse hasta que esté listo el plan operativo que esta semana se terminará de definir en Buenos Aires.

La traza contará con puentes elevados en los ingresos a cada una de las localidades entre Godoy y Cipolletti más otros cada tres kilómetros. Este es uno de los aspectos que requieren de mayor análisis técnico, explicó el representante de Vialidad Nacional en Río Negro, Arturo Montero de Espinosa. Informó que en breve mantendrá una reunión con el intendente de Roca, Martín Soria, que puso reparos al cambio de proyecto y solicitó un encuentro con personal del organismo nacional para manifestar sus dudas.

Montero de Espinosa adelantó que las estimaciones que realizaron establecen que la totalidad de los trabajos de ensanche estarán listos en tres años. "Algunos tramos probablemente se terminen antes pero la totalidad de la transformación de la Ruta 22 en autopista demandará tres años", especificó.

El funcionario defendió el nuevo proyecto al asegurar que la autopista puede absorber el crecimiento del tránsito en los próximos 30 años cuando la autovía "en seis, siete años colapsaría", remarcó.

El mayor inconveniente que generan las obras es la disminución de la seguridad vial sobre todo si los conductores no respetan las indicaciones de los banderilleros y de las velocidades máximas permitidas en los sectores en construcción.

Los datos oficiales establecen que en 10 años el tránsito se incrementó casi un 75% en el puente carretero Cipolletti-Neuquén, lo que permite comprender la magnitud de la cantidad de vehículos que diariamente transitan por la ruta que divide en dos a la mayoría de las localidades rionegrinas ubicadas a lo largo de su traza. También a la zona de producción que durante la temporada de cosecha suma camiones y maquinarias.

En principio el proyecto se había pensado como una autovía similar a la construida en el primer tramo (Chichinales-Godoy) aunque el crecimiento del tránsito convenció a los técnicos de la necesidad de una autopista.

Tendrá cuatro carriles de 7,30 metros cada uno, una banquina pavimentada de tres metros y calles colectoras de un ancho de 6 metros. Contará con puentes elevados de 5,10 metros en el ingreso a cada una de las ciudades y cada tres kilómetros.

Comentá la nota