Hacía mucho tiempo que Luciano Montivero no ganaba en San Juan. La última victoria de etapa data del ascenso al Colorado en la Vuelta de 2009. Entre esa victoria y la de ayer en la Doble Calingasta, festejó la Vuelta de Mendoza 2011 y sufrió una anemia de triunfos. Si uno busca explicación encontrará diferentes motivos. Hubo cambio de equipos, momentos de baja performance por inconvenientes físicos y demás. Lo cierto es que desde el año pasado en el calendario personal, el popular Pato había marcado la Doble Calingasta. El trofeo de la clásica de las clásicas del ciclismo sanjuanino faltaba en la vitrina de quien supo ganar el Giro de Sol en 2002, la Doble Difunta Correa en 2004, las Vueltas de San Juan de 2005 y 2007 y la Vuelta de Mendoza de 2011.

La Calingasta se había convertido en una obsesión para el pedalista nacido hace 36 años en Carpintería. A la edición anterior llegó con cuatro viajes previos, un par de ellos hasta Barreal y no se le dio por esas cosas del ciclismo.

Tenía una deuda con la carrera que ganaron muchos de los grandes del ciclismo sanjuanino y la saldó ayer. Se dio el gusto. Volvió a convertirse en el pibe que aplanaba banquinas con su bicicleta de hierro cuando iba a trabajar de Carpintería a La Colonia Fiscal (Sarmiento) y se prendía a rueda de los pedalistas que entrenaban por la Ruta 40.

La 63ra edición de la Doble Calingasta tuvo en Luciano Antonio Montivero un ganador de otras épocas. Se impuso sin ganar ninguna etapa. Lo logró siendo el más regular de los 87 pedalistas que la largaron. Fue tercero el sábado y ayer escoltó a su compañero Juan Gáspari, quien trabajó para quedarse con el parcial rodando 162, de los 180 kilómetros de cabeza. 

El capítulo de ayer tuvo, como suele ocurrir siempre alternativas emocionantes. De Calingasta partió como líder Ricardo Escuela, en la Esquina Colorada se vistió de líder el Pato Montivero.

El regreso por la Ruta 60 se disputó con un fuerte viento de cola que permitió sobrellevar mejor la alta temperatura. A los 18 kilómetros se cortó el pelotón con la partida de cuatro ciclistas: Juan Gáspari y Nicolás Naranjo (Agrupación Virgen de Fátima), quienes salieron a contrarrestar el ataque de Franco Luna y Andrés Páez (Forjar Salud). Llegaron a tener 4 minutos de ventaja sobre el pelotón donde viajaban tranquilos los primeros de la general. Una pinchadura motivó que se quedara Naranjo y Gáspari siguió con los pibes. Cuando empezó el ascenso de la Quebrada de las Burras, pasando el puente de Pachaco, saltó Montivero. Lo municipales pocitanos lo dejaron ir, pensando que en el descenso lo alcanzarían. 

El Pato tomó contacto con los tres punteros y luego, junto a Gáspari encendieron los turbos, colgaron a los rivales que viajaban con ellos y desde los Baños de Talacasto hasta la meta fueron manteniendo la distancia con el grupo donde tiraban de cabeza los pocitanos Escuela, Ricardo Julio, Javier Salas y la ayuda de Daniel Díaz. Con ellos venían Roberto Richeze y Pedro González, que no colaboraron. Al pisar la Ruta 40 la luz era de 2m55s. En el ascenso al Villicum se había reducido a 1m58s y desde allí, al final se mantuvo estable. El Pato y Gáspari se repartieron etapa y general para algarabía del pueblo piquetero.