Con Sergio Massa frente a Juan José Álvarez en su rol de Jefe de campaña, y rodeados por Darío Giustozzi, Gustavo Posse, Mónica López, Felipe Solá y Jesús Cariglino, las candidaturas del massismo bonaerense comenzaron a ordenarse.

El primer punto que planteó el tigrense fue diagramar un marco jurídico para las PASO de agosto del año próximo donde se definirá el candidato a gobernador para las elecciones generales. De la misma surgió una junta de gobierno que hará las veces de una junta electoral para fijar reglas claras entre los competidores.

Para ello, se decidió que cada precandidato elija su propio aspirante para intendente en los distritos donde tengan resuelto un armado territorial. En otras palabras, que un candidato no “facture” con el postulante del otro. No vale repetir. En este punto sacaron ventaja Posse y López en detrimento de Solá, de escaso dibujo en los municipios. Giustozzi y Cariglino quedaron a mitad de camino.

Otro de los puntos que se acordó tiene similitud con el anterior, pero en cambio de jefes comunales es para la elección libre de los legisladores en cada sección electoral. Cada precandidato podrá armar su propia lista y mandar a trabajar las seccionales con aspirantes a diputados y senadores. Tampoco vale repetir.

Estos dos últimos puntos, según pudo averiguar INFOCIELO, hubo algunas diferencias entre los precandidatos quedando mejor parados aquellos de mayores recursos. “Así la disputa será más limpia”, aseguró uno de ellos.

Finalmente, se acordó que los candidatos del Frente Renovador para suceder a Daniel Scioli le exhiban a Massa cinco puntos generales de campaña pero sin salirse del libreto del referente del espacio. Estos puntos programáticos no saldrán de una visión sobre inseguridad, educación, salud y demás generalices que suelen expresar los candidatos en campaña.

Resuelto el ordenamiento de cara a las PASO, surgieron los entredichos sobre los posibles arribos de Martín Insaurralde y Francisco De Narváez. Ante la negativa de Massa, que refrendó en varias oportunidades con la frase “ustedes son los candidatos”, éstos, ávidos de armados electorales, le insistieron al presidenciable que volvió a negar el aterrizaje forzoso del lomense y el “paracaidismo” del “Colorado”.

“Si Insaurralde hubiera estado sentado en esa mesa, se habría hablado en otros términos”, aseguró uno de los invitados especiales al convite. De hecho, a pesar de la presencia de los cinco precandidatos, en la mesa chica de los renovadores ya se habla que a las PASO sólo llegarán Giustozzi y la dupla Posse-López o López-Posse. Es más, algunos se atreven a afirmar que de confirmarse la llegada del lomense, Giustozzi se replegaría en Almirante Brown y sólo la dupla le hará fuerza en las elecciones de agosto, aunque todos están atentos al coqueteo constante de Posse con el macrismo.

A pesar del entramado, de regreso por Acceso Norte, hubo coincidencias al afirmar que “nos debíamos esta reunión hace rato” porque “no somos una máquina de pegar afiches” y “siempre es bueno que te mimen”.