Un fin de semana planeado para ser perfecto para un puntano que viajó junto a su familia terminó con un sabor amargo de una avivada de los policías mendocinos.

Según denuncia Lucas Ojeda, el jefe de prensa del Ministerio de Turismo, organizó con esmero un viaje a la provincia de Mendoza junto a su esposa, su hijita de 5 años, su hermano y un conocido de la familia. El viaje fue casi perfecto, conocieron Penitentes, disfrutaron de la nieve en uno de los puntos más fuertes del turismo de la provincia vecina y en el regreso la felicidad se transformó en un mal rato por la intervención policial.

Lucas relata que alrededor de las 16:30, en el kilómetro 1075 de la Ruta 7, los detienen tres policías de Mendoza. Primero le piden la documentación en lo que parecía un control de rutina, poco después, uno de los uniformados: “de baja estatura, piel morena”  le pide que baje del auto, lo aleja unos metros y le informa que va a labrarle una multa de unos 4500 pesos por pasar un vehículo en doble línea amarilla.

Ante la injusticia Ojeda niega la infracción que asegura no haber cometido. El uniformado se ofuscó y volvió a amenazarlo, esta vez con retenerle el carnet de conducir y la tarjeta verde, las cuales se las devolverían el lunes después de pagar la multa o bien arreglar “de otra manera”.

El puntano pidió condiciones y el uniformado le pidió una “colaboración” de 500 pesos. Ojeda le explicó que suele usar el débito automático y le mostró su billetera que sólo tenía 450 pesos. El policía los tomó y le dijo “anda, acá no ha pasado nada”.

La familia siguió su rumbo, pero con un gusto amargo. "Una vergüenza, un abuso de autoridad y una muy mala experiencia para una familia que simplemente quiso visitar la provincia vecina para salir de la rutina diaria", expresó Lucas.