Pasaje de los Jubilados: ya con agua piden transporte y limpieza

Pasaje de los Jubilados: ya con agua piden transporte y limpieza

Los habitantes del lugar esperaron seis meses para que Assa interviniera el sistema de cañerías, que fue reemplazado en su totalidad. Ahora denuncian el cambio sorpresivo de la línea de transporte y el constante malestar que genera del basural lindero a Pasaje Liniers 

En su edición del 18 de enero, Diario UNO plasmaba la problemática que aquejaba a los vecinos que viven en el Pasaje de los Jubilados, ubicado en barrio Santa Rosa de Lima.

En esa oportunidad, las 75 viviendas que se encuentran ubicadas en el sector comprendido en Lisandro de la Torre al 4300, entre Estrada y las vías, desde hacía unos seis meses no tenían agua y padecían de serios inconvenientes con las cloacas.

En la mayoría de las viviendas, sus moradores son jubilados, por lo cual el hecho de no contar con un suministro adecuado generaba graves inconvenientes. Como consecuencia de la falta de presión se veían obligados a esperar hasta la noche para salir al patio y cargar una importante cantidad de recipientes con agua. “Tenía que poner una manguera porque en la parte de abajo del tanque salía agua y llenaba botellas”, relató Graciela Batic una de las vecinas que se cargó al hombro la tarea de movilizarse para solucionar el problema.

Luego de seis meses y muchas gestiones, la espera terminó cuando hace más de quince días los trabajadores llegaron al complejo para llevar adelante las refacciones necesarias. En un principio las reacciones se dividieron entre aquellos que se alegraron por el hecho de volver a contar con el suministro de agua y los que se oponían porque debían romper una parte de las veredas y de las acequias instaladas en el medio del barrio para empezar con las tareas.

Tras llegar a un consenso, las labores empezaron y ahora quedan pocos días para culminar con los trabajos que comenzaron el viernes 22 de enero.

“Gracias a Dios ya están arreglando, a mí recién anoche me bajó el agua”, confirmó Graciela Batic, una de las vecinas que trabajó para que la problemática saliera a la luz. “Todo se solucionó cuando nos informaron que después se van a arreglar las veredas como estaban”, agregó la mujer, a quien no le importaba la parte estética con tal de contar con agua.

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