Todavía faltaban cinco minutos cuando Luis Scola sumó su quinta falta, un golpe durísimo, pero la Selección reaccionó con un parcial de 14-5 en el cierre y le ganó 77-71 a Venezuela en un partido clave para sus aspiraciones mundialistas. Consumado el triunfo, el sobreviviente de la Generación Dorada saltó del banco y abrazó en la mitad de la cancha a Facundo Campazzo, el héroe de una gran noche argentina en el Poliedro. Después le dio valor a la victoria: "Fue muy importante. El equipo necesitaba ganar como sea porque estaba jugando muy mal. Pudimos dar vuelta un partido chivo con todo cuesta arriba de visitante. Estos triunfos te dan vida".

Pese a la felicidad por el resultado, Scola también analizó su actuación y reconoció su flojo Premundial, dando el ejemplo como capitán: "Llevo un par de partidos que estoy haciendo las cosas mal. No encuentro mi juego. No sé exáctamente qué me pasa. Me alegra mucho que hayamos podido ganar el partido igual pero tengo que ver la forma de empezar a jugar de otra manera, porque el equipo se apoya en mí y eso nos frena en ataque. Estoy jugando un torneo muy raro". Aunque no anduvo bien contra la Vinotinto (10 puntos con 4-14 de cancha), Luifa siempre tiene el crédito abierto y deja el máximo por la Selección. Que este martes se cuide México...