¿Y qué pasa si ahora la soja baja más de precio?

POR MARCELO CANTON

“Antes jugábamos con Maradona y salíamos campeones; hoy ponemos a Messi en la cancha e igual nos vamos a la B”. La metáfora futbolera es de Carlos Melconian. Y se refiere a cómo el “yuyo” pierde hoy parte de su “magia”. Es la cara local de un tema que en el exterior empieza a ser discutido: ¿qué pasa si los commodities (el oro, el hierro, la soja, claro) empiezan a bajar?

Los precios de estas materias primas se dispararon en la última década principalmente por la locomotora china. Pero eso podría hoy no ser suficiente. “Se ha armado un pequeño ruido a nivel internacional -continúa Melconian-, sobre qué pasaría si EE.UU. considera que ya es suficiente la inyección de dólares que hizo en la economía y sube las tasas. Eso podría ir acompañado por una política más laxa de Europa, que podría pasar de una etapa de austeridad a la de impulsar la economía. Representaría un dólar revalorizado.

Y si sube el dólar, bajan los commodities ”.

En otros términos lo pone el presidente de una de las mineras más grandes que opera en el país: “A mí me enseñaron que los ciclos son eso, subas y bajas, y hubo gente que nos quiso convencer que los precios altos venían para quedarse para siempre ”, dice. El tiene motivos ciertos de preocupación: el último precio del oro es 18% más bajo que el promedio de 2012; la plata cayó 26%, el cobre está 17% abajo de principios de año; el hierro tuvo una caída de 46% de agosto de 2011 a agosto de 2012.

¿Y con la soja, qué pasa? En agosto del año pasado llegó a rozar los US$ 700 por tonelada en el mercado de Chicago, hoy ronda los US 550.

“Para la próxima cosecha, la de 2014, estimo que andará entre 480 y 520 dólares ”, señala el economista de la Sociedad Rural Ernesto Ambrosetti. En una de las principales cerealeras del mundo son más pesimistas: calculan US$ 440.

Los minerales y otros commodities son importantes para la economía argentina, pero la soja es la columna vertebral. “P asó de 180 dolares en 1999 o 2000 a los 550 actuales -recuerda Nadín Argañaraz, del IARAF-. Ahora, toda baja que tenga el precio tendrá repercusión en la rentabilidad de los productores.

Y también en las cuentas del estado, en la recaudación”. Es claro, los ingresos fiscales por las retenciones al complejo sojero este año rondarían los $ 40.000 millones, que es el 4,6% de la recaudación total de impuestos nacionales esperada para el año. Una caída del 10% del precio del “yuyo” representa una disminución de $ 4.000 millones en ingresos a las arcas públicas, estima Argañaraz.

“El precio promedio del 2012 fue más alto que lo que se está vendiendo esta cosecha -continúa Melconian-. Pero este año creció el volumen, con lo que el ingreso será unos 1.500 o 2.000 millones de dólares má s. Igual la soja ya perdió esa magia que le permitió impulsar toda la última década. Este año tendremos la segunda cosecha record de la historia, y con un precio más bajo, pero muy bueno; e igual no alcanza ”. En su metáfora futbolera, el país se va a la B porque todo eso no fue suficiente para evitar el cepo cambiario.

Todos coinciden con esa parte del diagnóstico: al país ya no le alcanza una buena cosecha para salvarse. ¿Y que pasará entonces si los commodities bajan más? “Nadie espera que vuelvan a los valores anteriores -señala Ambrosetti-. Tiempo atrás muchos decían ‘La suba vino para quedarse’. Quién lo sabe. Pero está claro que hoy hay más volatibilidad en el mercado, y que las sequías y las inundaciones también son mas marcadas”. Las subas y bajas más agudas, estas sí, vinieron para quedarse. Y el país seguirá esos ritmos. Que ojalá no sean los de los commodities en baja, un tema de moda entre los analistas.

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