Con la promesa oficial de que será el último aumento de tarifas hasta las próximas elecciones, ayer se terminó de realizar la audiencia pública por el servicio de agua. Aysa aplicará una suba del 23% con respecto a los valores vigentes. De esa suma, 17% es por la inflación esperada para este año y otro 6% corresponde a inversiones que se harán para mejorar el servicio.

Aunque el Gobierno preparaba una quita de subsidios más amplia, que podía llevar a aumentos mayores, lo que se terminó de presentar desde el jueves es una versión atenuada. Se mantendrán las subvenciones estatales en determinados barrios (llamados "zonales bajos"). Algunos de esos barrios son de consumidores de clase media y media-alta, pero el registro original de Obras Sanitarias (la predecesora de Aysa) los benefició en la asignación de categoría tarifaria.

La principal modificación es que la empresa de aguas pasará a cobrar por consumo y no por metro cuadrado, como lo venía haciendo hasta ahora. Ese cambio, reclamado por usuarios que poseen viviendas con cierta superficie pero poco uso del agua, aliviará las facturas para miles de hogares.

Durante los próximos dos años, Aysa también avanzará con "micromedidores", con el objetivo de que todas las viviendas paguen por el agua que demandan y no por los metros que poseen.

La suba, que estará vigente desde el 1° de mayo, establece un alza de 23% para iguales consumos. Cada hogar pagará una suma fija de $ 87 bimestrales por cada servicio: uno por agua y otro por cloacas.

Los usuarios no residenciales -como comercios- que están en ubicaciones consideradas "zonales bajos" iban a perder un subsidio del 25% con este aumento. Pero eso se modificó y ahora les quitarán 4% de subvención por bimestre, arrancando desde julio. Los residenciales los mantienen.

El servicio de aguas aumentó 295% durante 2016 y hay usuarios que iniciaron protestas porque recibieron incrementos aún superiores.

La audiencia pública realizada no es obligatoria, pero la Subsecretaria de Recursos Hídricos la consideró adecuada para que los consumidores pudieran expresar sus opiniones.

"Para marcar el grado de inequidad que encontramos al inicio de nuestra gestión, los habitantes de las provincias subsidiaban el servicio del área metropolitana de Buenos Aires por $ 12.000 millones, incluso cuando muchos de dichos habitantes justamente carecen de estos mismos servicios o los tienen de mala calidad", expresó Pablo Bereciartua, Subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación.

En agua, reciben tarifa social más de 265.000 hogares. Durante este año, el subsidio estatal a la empresa para pagar gastos operativo será de $ 5.000 millones (el menor en más de un lustro), mientras que se destinarán $ 12.000 millones a inversiones.