A un partido de la gloria

A un partido de la gloria
Peñarol volvió a derrotar a Regatas. Con Quinteros superlativo, el conjunto visitante fue una oposición tenaz. Pero los "milrayitas" respondieron con corazón, con un gran reparto de las opciones de ataque y el aplomo de Campazzo en el cierre.
Fue otra gran noche de Peñarol. Regatas, que salió a luchar con otra determinación y tuvo a un Quinteros sobresaliente, lo obligó a sacar del cajón lo mejor de su repertorio. Y el equipo marplatense jugó, pero también tuvo que pelearla. Y encontrar también respuestas confiables en esos tiros que pueden sellar la historia de un partido o de una serie. Como los dos triples de Campazzo en los dos minutos finales. Anoche fue más equipo para doblegar a Superman. Asi se impuso 95 a 91 y puso 3-1 la serie final de la Liga Nacional de Básquetbol. El lunes, desde las 22, en el ?José Contte? de Corrientes, irá en búsqueda de su quinto título de Liga en la historia.

Buena parte del primer cuarto fue la prolongación de la "paliza" de los últimos dos partidos. Casalánguida, entrenador de Regatas, volvió a tocar con los ingresos de Martínez y Romano la constitución del quinteto titular. Pero no logró ponerle el "stop" a Adrián Boccia. Aunque el rosarino atacó menos el aro y probó más, con mucho acierto, con lanzamientos de media y larga distancia.

Pero no fue el único problema para los correntinos. El equipo "milrayitas" explotó bien a Leiva, sobre todo si quedaba emparejado con el puertorriqueño Ricky Sánchez (otra vez de rendimiento deficitario), y alcanzó los porcentajes habituales en casa con sus lanzamientos externos.

Como si fuera poco, imponía sus condiciones defensivas, sobre todo cerca del canasto. Sólo Paolo Quinteros sumaba algo con su media distancia. Pero era claramente insuficiente.

A poco más de un minuto para el final del primer parcial, Peñarol se imponía 27-14 y jugaba a voluntad. Después no tanto. Se distrajo en la recta final del cuarto y Regatas le respondió con un parcial de 7-0 que le levantó un poco su erosionada moral.

El segundo cuarto fue otra historia. Se ?picó?, hubo más faltas, se defendió más duro. Rivero tuvo que cuidar a Gutiérrez y a Leiva. También a Boccia y a Campazzo. Por momentos, utilizó la rotación completa.

Esta vez los suplentes "milrayitas" no vinieron del banco con el caudal de puntos de los dos últimos partidos. Pero, en cambio, sostuvieron el tono defensivo. Claro que a costa de cometer muchas faltas.

Si Regatas hubiera estado un poco más fino con sus tiros libres (terminó el primer tiempo con apenas un 50% en ese apartado) la historia pudo ser distinta. Pero erró demasiados y la aproximación que pudo lograr no fue demasiado importante. Y, como si fuera poco, desperdició un par de contras que provocaron un enojo mayúsculo de Quinteros con su compañero Gerlero.

Cuando el equipo litoraleño se situó a cinco (27-32), Rivero los mandó a la cancha a Gutiérrez y a Boccia y Peñarol recuperó un poco las riendas que comenzaba a perder. El rosarino, por caso, hasta jugó un ratito de base para darle descanso a Campazzo. El suyo fue un aporte completísimo.

El equipo marplatense no encontró ya en el resto de la primera parte la claridad ofensiva del arranque. Pero fue lo suficientemente sólido atrás para mantener la luz e irse al descanso 45 a 36 arriba.

Si el segundo cuarto se había ?picado?, ni qué decir del tercero. Entre foul y foul, entre discusión y discusión, Regatas, con Quinteros en plan de gran figura, achicó y llegó a situarse a cuatro puntos y la pelota promediando el parcial.

Sin embargo, en el show del "antideportivo", Peñarol salió beneficiado. Leiva, con sus posteos, y Fisher, con un par de conversiones claves, sostuvieron la estantería en los peores momentos. La defensa aguantó a pie firme. Y Leo Gutiérrez, con un par de "bombas" consecutivas de tres puntos, llevó la luz a catorce (67-53 a falta de 1?13?), la máxima del partido. Sosa, desde el banco, trajo la del estribo. En una salida de fondo, cuando restaban 3? de posesión en el reloj de 24 segundos y 7'' al tercer cuarto, recibió de Boccia y aplicó un triple desde la punta que elevó la renta a 70-55 a la hora de ingresar al cuarto final. Un golpe duro, ayudado además porque el reloj corrió los cuatro segundos restantes y no le permitió la reposición del fondo a los correntinos.

Pero Regatas no se entregó mansamente. Creció su defensa y buscó con tranquilidad el tiro de tres puntos de Quinteros. Y esa vía, que hacía dos partidos le era esquiva, le dio dividendos. A falta de 4 minutos, ya se había puesto a apenas un doble (77-75) e instaló la sensación de angustia.

El increíble Quinteros, con 21 puntos en el cuarto final, la hizo durar todo lo que pudo. Pero en el cierre Peñarol respondió. Y dos triples de Campazzo vitales en los últimos dos minutos lo pusieron a salvo de la arremetida de un goleador de clase A. Pero que no pudo con un equipo más compacto.

Síntesis

Peñarol (95): F.Campazzo 25, F.Fisher 10, A.Boccia 19, L.Gutiérrez 15 y M.Leiva 18 (FI); A.Weigand 0, F.Giorgetti 2, I.Sosa 6, G.Fernández 0 y M.Ibarra 0. DT: Fernando Rivero.

Regatas (91): J.Martínez 5 (x), P.Quinteros 42, N.Romano 11, R.Sánchez 11 y F.Martina 10 (FI); P.Hopson 7 (x), P.Calderón 2, M.Gerlero 0 y J.Brussino 3. DT: Nicolás Casalánguida.

Estadio: Polideportivo "Islas Malvinas".

Arbitros: Fernando Sampietro-Fabricio Vito-Oscar Britez.

Parciales: 27-21, 45-36 y 70-55.

Comentá la nota