El partido Cordobés y la pata judicial

El partido Cordobés y la pata judicial

Schiaretti y Mestre han logrado plasmar como pocas veces el famoso partido Cordobés.

Uno de los argumentos que usaron los funcionarios municipales de la ciudad de Córdoba para justificar el boletado del transporte de fin de año fue que la Provincia había dispuesto un ajuste casi idéntico en la sensible tarifa del servicio que utilizan los sectores de ingresos medios para abajo de la población.

Son los que terminan peor 2016 por los efectos de la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y de la retracción laboral.

Las gestiones de Juan Schiaretti y Ramón Mestre seguirán culpando, con cierta lógica, a los efectos de la inflación nacional. Claro está que, ahora, se cuidan de señalar con el dedo a su aliado y protector Mauricio Macri.

El gobernador justicialista y el intendente radical han superado los roces menores que tuvieron y han vuelto a esa sintonía que los lleva a compartir actos, anuncios y las marquesinas de la profusa publicidad oficial.

Aupados de distinta manera por Macri, Schiaretti y Mestre han logrado plasmar como pocas veces se consiguió con tanta intensidad el famoso partido Cordobés, que entre otros com­ponentes cuenta con la sintonía fina de peronistas y radicales, más allá de algunos gestos tribuneros que se dispensan los supuestos adversarios electorales.

El partido Cordobés, que ­empezó a edificar Eduardo Angeloz y al que le puso el decorado y ambientación José Manuel de la Sota, tuvo, tiene y parece que seguirá teniendo una fuerte pata en la Justicia. Ciertos guiños tribunalicios para no incomodar al que gobierna fueron uno de los cimientos.

Ayer, en la Legislatura provincial, se hizo explícita con un acto público esa sintonía del poder político con el judicial.

El peronismo decidió premiar con un ascenso a juez a uno de los fiscales del fuero Anticorrupción, que fue creado a fines del primer mandato de De la Sota y que permanece virgen de promociones de acciones penales a funcionarios de mediana envergadura para arriba en más de 10 años de funcionamiento.

Gustavo Hidalgo fue acusado hace unos días ante el Jury de Enjuiciamiento por haber cajoneado denuncias como las de presuntas irregularidades en el proyecto del Camino del Cuadrado, las supuestas coimas de Kolektor y los presuntos lazos entre empresas acusadas por corrupción en Brasil con obras en Córdoba, entre otras.

Unión por Córdoba y el Tribunal Superior con su representante salvaron a Hidalgo y un par de semanas después entró el pliego para ascenderlo.

Una parte del radicalismo, sumido en su enésimo debate interno, acompañó el galardón a uno de los fiscales que poco impulso dio a la investigación de causas de corrupción.

“Tenemos un compromiso con esta gente”, dijo uno de los mestristas del bloque de legisladores.

El mestrismo conduce esa bancada y el partido. La alusión del compromiso no especificó si refería a las causas sobre Mestre y sus funcionarios que se acumularon en 2014 y que fueron prolijamente archivadas en las horas previas a la Navidad de aquel año.

Con un fuerte contenido simbólico, otra vez en la proximidad de las Fiestas, el partido Cordobés, conducido por el peronismo delasotista-schiarettista y secundado con mucha disciplina por el radicalismo mestrista, rinde un tributo al Poder Judicial, de donde casi siempre ha recibido buenas noticias.

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