El Parque Mitre albergó a la “diosa romana de la belleza” durante 20 años

El Parque Mitre albergó a la “diosa romana de la belleza” durante 20 años
Entre 1918 y 1938 el tradicional paseo correntino contó con un templete clásico donde se erigía una escultura réplica de la mítica Venus de Milo. Con la construcción de los monumentos a Mitre y Las Cautivas, la estructura fue demolida y desaparecida, perdiéndose la imagen de la antigua deidad.
EL ESPACIO VERDE CONTO CON UNA REPLICA DE LA VENUS DE MILO A PRINCIPIOs DEL SIGLO XX

El Parque Mitre es uno de los lugares más emblemáticos e im-portantes para la cultura y el patrimonio de la ciudad de Corrientes, y a lo largo de su historia fue sufriendo diversas modificaciones, siendo una de las más llamativas la destrucción del templete que acobijó una réplica de la Venus de Milo entre 1918 y 1938. La figura de la diosa romana de la belleza y el amor estaba custodiada en un templete ubicado en la Punta Arazá -conocida como Punta Mitre- y fue dinamitada para la construcción de los monumentos a Las Cautivas, perdiéndose definitivamente la réplica vernácula de la antigua deidad.

El tradicional Parque Mitre fue construido en 1832 por el gobernador de ese entonces, Pedro Ferré, e inicialmente fue el lugar donde estaban las baterías de artillerías contra las fuerzas paraguayas. Ese lugar reviste una gran importancia histórica ante las batallas de la Guerra del Paraguay (entre 1865 y 1970) que se produjeron en el lugar, anteriormente llamado Campo de Marte.

Según señalan los archivos históricos y los pocos registros fotográficos de la época, el templete se encontraba en la Punta Arazá y fue construido en 1918 y emplazado en el medio de un camino de rosedales, con faroles de iluminación similares a los de la avenida costanera General San Martín y una especie de balcón con un mirador hacia el río Paraná, cumpliendo funciones ornamentales. Según el historiador Juan Carlos Raffo, el templete de casi 10 metros donde se encontraba la Venus de Milo, constaba de columnas estilo clásico sobre las cuales se apoyaba una cúpula, bajo la cual estaba la escultura. “El templete era una construcción mo-desta que contaba con unos rosedales, dando la fachada de un auténtico parque y espacio verde, y contenía a una de las imágenes arquitectónicas universales como la Venus de Milo. Como señal del progreso, la construcción fue destruida para dar paso a la obra monumental de Perlotti”, señaló a El Litoral, Juan Carlos Raffo.

“En la época de la construcción del templete, habían múltiples construcciones modestas en la ciudad que posteriormente fueron destruidas para crear otros edificios más modernos”, añadió el historiador.

En 1938, durante el gobierno provincial de Pedro Numas Soto, el templete fue dinamitado para dar lugar a la construcción de los monumentos al general Bartolomé Mitre y a Las Cautivas (creados por el artista Luis Perlotti en 1939), perdiéndose definitivamente la imagen que evocaba a la diosa romana de la belleza y del amor. Actualmente en la Punta Arazá está el paseo de Las Cautivas, con un mirador similar al de la Venus.

Comentá la nota