La central fabril aún tiene información parcial del efecto que generó en las industrias del país debido a que varias empresas tomaron recaudos para intentar sortear los efectos de la medida de fuerza. En algunos casos, la puesta en marcha de una flota de transporte propia para esquivar la ausencia de transporte público e incluso un canje del jueves sin actividad por una jornada laboral de domingo fueron las herramientas que le permitieron a empresarios negociar con los sindicatos que no adhirieron al paro.

En gran parte de la cadena productiva hubo ausencia de conflictos porque la mayoría de los gremios que participan de la producción no se sumó a la medida de fuerza aunque de antemano era de conocimiento que la logística se convirtió en un condicionamiento exógeno.

La pérdida durante una jornada laboral alcanza los u$s 1.300 millones aproximadamente, equivalente a los $ 10 mil millones y medio. Y si bien los empresarios aún no distinguieron si el efecto del paro fue por la coincidencia de los reclamos o por las limitaciones para llegar a las fábricas de parte de los trabajadores, exhibieron que los resultados afectaron en “mal momento” a la producción industrial.

Por caso, los números de Cammesa, la empresa mixta que administra el mercado eléctrico, señaló que el pico de consumo en la región metropolitana de ayer cayó un 6% en comparación con el martes. A las 13.35 se consumió 5.391 mgw, mientras que 24 horas antes se habían utilizado 5.720 mgw. En ambos días, la temperatura escaló a los 22 grados celsius. Aunque la diferencia en comparación con el jueves de la semana pasada fue de 11,5% cuando se consumieron 6.013 mgw aunque en aquella jornada la temperatura fue de 25 grados.

La brecha en el contraste nacional es aún más marcada. Ayer el pico de consumo fue a las 11.50 con 14.577 mgw, mientras que el martes a la misma hora se utilizaron 15.670, 7.5% más con 22.8º de temperatura promedio. Una semana antes, se habían consumido 16.482 mgw, 13% más con 24.7 grados.

“Como realidad no aporta soluciones y si más problemas”, fue la taxativa definición de otro de los vices de la UIA y máximo referente de los empresarios de la industria alimenticia (COPAL), Daniel Funes de Rioja. Sucede que los sindicatos de ese sector no se sumaron al paro pero la ausencia del transporte paralizó la producción. De hecho, entre los propios empresarios “hubo una decisión en términos generales de no sacar la producción a la calle para evitar conflictos”, le dijo BAE Negocios Funes de Rioja.

“El paro afectó porque ya tenemos problemas de productividad, problemas de ausentismos, muchos días feriados e incluso hay fábricas en que empresas ofrecieron cambiar jueves por domingo”, destacó el empresario.

“Contento como perro con 2 colas”, dijo Buzzi

El titular de la Federación Agraria Eduardo Buzzi apeló a una metáfora popular para definir su semblante frente al paro de las centrales opositoras. “Estoy contento como un perro con dos colas por la adhesión de la gente a esta expresión del movimiento obrero”, enfatizó. En la misma tónica de fuertes críticas que dispara desde hace años contra el Gobierno, Buzzi ponderó “con orgullo podemos decir que los agrarios fuimos parte de este reclamo contundente, amplio y representativo”.También redobló la apuesta para conformar “un frente de chacareros y trabajadores” con el firme propósito de robustecer el nivel de los reclamos a la Casa Rosada y recordó que “nada más cierto que el pueblo unido jamás será vencido”.

Buzzi cuestionó la política agraria de Cristina Fernández al señalar que la única estrategia productiva “es la soja: se mira cuánto produce y recauda un producto concentrado en 2 o 3 grandes actores y 4 o 5 multinacionales amigos del gobierno que hacen fenomenales negocios”.

El titular de la FAA resaltó que “el campo aportó 70 mil millones de dólares en retenciones y se generó un monocultivo sobre un negocio concentrado dando ganancias a las multinacionales, mientras el resto del campo y el conjunto del pueblo es perjudicado”.

Según Buzzi a dicho escenario se sumó el cierre de 150 frigoríficos que “dejaron 15000 trabajadores en la calle”.

Piquetes bajo tierra y destrozos paralizaron los subtes y peligra el servicio para hoy

Los subtes no funcionaron en ninguna de las seis líneas a raíz del paro, mientras que la empresa Metrovías informó que el inicio del servicio de mañana “podría retrasarse”, a raíz de “los graves daños intencionales que se registraron en el marco de la medida de fuerza gremial”. Las frecuencias se reestablecerían a partir de las 10.

Si bien en principio la única línea que se plegaba al paro era la B, cuyo delegado es el dirigente del Frente de Izquierda Claudio Dellecarbonara, Metrovías señaló que no “fue posible dar inicio al servicio debido a las medidas de fuerza gremiales e incidentes intencionales que impidieron la implementación de un diagrama de emergencia, ya que no se pudieron garantizar las condiciones operativas ni de seguridad para los empleados y pasajeros”.

La empresa informó que, ante esta situación, gestionó denuncias pertinentes ante las autoridades “por los daños a las instalaciones que se registraron durante la noche del miércoles (previo al inicio de la medida de fuerza) y en la jornada de este jueves”.

“Estas acciones, con la clara intención de impedir la prestación del servicio, incluyeron la rotura de semáforos de señales, objetos arrojados a las vías, ocupación de instalaciones y formaciones”, indicó Metrovías. Aunque la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) no se sumaron al paro, todas las líneas de subte amanecieron cerradas: los metrodelegados denunciaron que la UTA, el otro gremio con representación en el servicio, impidió la salida de todas las unidades con piquetes en la entrada de cada uno de los depósitos.

Néstor Segovia, representante de los metrodelegados de la Línea C, señaló que los trabajadores de ese sector no pudier