8M: un paro mundial contra la violencia machista

8M: un paro mundial contra la violencia machista

Mujeres de 54 países se unen contra los abusos físicos, sociales y económicos

 

Resulta difícil explicar el Paro Internacional de Mujeres (PIM) convocado para hoy a partir de un par de consignas. Mucho más difícil es hacerlo con una sola. “La solidaridad es nuestra arma”, es el lema que atravesará unificado la medida de fuerza de un colectivo que profundiza su revolución contra todo obstáculo, a pesar de todo y de todos. Cruzará 54 países, cada uno con sus particularidades sociales y políticas. ¿Solidaridad ante qué? ¿Contra qué? Ante la violencia; contra la violencia. Esa palabra, VIOLENCIA, tal vez sí encierre un poco mejor el sentido de su rebelión. La violencia física, la social, la económica, la legal. La violencia representada en todas sus formas. La violencia machista que, con matices, existe, se reproduce y aumenta. En Argentina, Ucrania, Haití, Pakistán, Senegal, Alemania o Estados Unidos, por citar sólo algunos de los países donde hoy las mujeres dejarán sus trabajos para salir a las calles a decir basta.

“La consigna que mejor resume por qué paro es ‘Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras’”, responde la periodista, feminista y organizadora de la primera movilización Ni Una Menos, Ingrid Beck, horas antes de sumarse al primer PIM y al segundo paro feminista de la Argentina, tras ese conmovedor 19 de octubre en el que una reacción masiva de mujeres de todas las edades y sectores sociales, culturales y religiosos, vestidas íntegramente de negro, enfrentaron la lluvia llenando de paraguas el microcentro para gritar “Vivas nos queremos”. Fue días después del brutal femicidio de Lucía Pérez, la joven de 16 años drogada, violada, torturada, asesinada y léase bien- empalada- en Mar del Plata. No por tres monstruos, sino por tres hombres.

“La solidaridad es nuestra arma”, es el

lema que unificará la protesta internacional

Hay tres ejes que atraviesan la protesta feminista en la Argentina. Beck los resume y los refuerza, con estadísticas de graves a escandalosas. “Uno es el aborto legal, seguro y gratuito, porque sigue siendo la primera causa de muerte de mujeres gestantes en la Argentina, porque el aborto ilegal mueve millones y millones, porque hay 500 mil abortos clandestinos por año en Argentina y porque las que se mueren son las mujeres más pobres”, arranca. “Otro es la equidad salarial, para que las mujeres ganemos lo mismo que los varones por el mismo trabajo. Hoy la brecha salarial es del 27%. Y del 40% con respecto a mujeres con trabajo no registrado”, sigue. “Y obviamente”, cierra, “paro para que se terminen los femicidios: Sigue muriendo una mujer, por ser mujer, cada 30 horas. Cifra que no cambia, que no decrece”.

En Argentina, además, el paro tendrá demandas directas al gobierno de Mauricio Macri, que promueve el aumento de la edad jubilatoria de las mujeres, que vació programas sociales clave para víctimas de violencia de género y que engordó su lista de “prueba y error” al reasignar, mediante la Decisión Administrativa 12/2017, 67 millones de pesos asignados al Consejo Nacional de las Mujeres (CNM) y a la implementación del Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres (PNA). Finalmente, El Poder Ejecutivo dio marcha atrás.

Existe una última forma de entender el paro de mujeres: Paran por nosotros. Paran porque las matamos, las violamos, les pegamos, las explotamos, las condicionamos, las insultamos, las perseguimos, las sometemos, las abusamos, las invisibilizamos, las acosamos, las manoseamos, las usamos, las torturamos, las empobrecemos, las techamos. Personal, colectiva o institucionalmente. A hacerse cargo.

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