Por el paro docente, cayeron un 50 por ciento las ventas en librerías de Junín

Por el paro docente, cayeron un 50 por ciento las ventas en librerías de Junín
La postergación del inicio de las clases en las escuelas públicas bonaerenses hizo retraer la actividad en los negocios de útiles escolares. Además, los comerciantes acusan aumentos de hasta el 45 por ciento en los artículos importados.

El paro docente se siente en la economía. No solo porque muchas familias deben contratar a niñeras o adaptar su rutina diaria para cuidar a los chicos, sino que hay varios comercios que sufren las secuelas de los diecisiete días de huelga.

En las librerías de Junín, las ventas cayeron alrededor de un 50%, según afirmaron distintos comerciantes consultados por Democracia. Es que si bien la educación privada sí comenzó con el ciclo lectivo 2014, la mayoría de los escolares de nuestra ciudad concurren a la escuela pública.

“El paro de los docentes, que es un justo reclamo, repercutió mucho en las ventas. A esta hora yo no podría estar hablando porque el local estaría lleno de gente”, dijo a Democracia mientras atendía en su comercio, Raúl Parejas, dueño de la librería Rucci, situada en Roque Sáenz Peña 223.

Según explicó el comerciante, la baja en las ventas se da ya que los padres de los chicos que van a la escuela hacen “la compra grande”, una vez que tienen la lista de materiales que les dan los docentes de los establecimientos. “Igualmente es una cuestión de tiempo. Cuando empiecen las clases vamos a vender con normalidad”, dijo Parejas.

En la librería Centro, situada en Roque Sáenz Peña 330, coinciden también en que las ventas se frenaron “un 50 por ciento o un poco más” en comparación a marzo del año pasado por la huelga docente.

“La compra máxima de productos todavía no se hizo. Se vende, pero muy pausado. Hasta que no empiecen las clases, la gente no sale a comprar”, afirmó a Democracia uno de los encargados del comercio.

Mientras tanto, los dueños de las librerías se manejan con el público que asiste a colegios privados, los estudiantes universitarios, las empresas y los clientes que se manejan con cuenta corriente.

Aumentos de hasta el 45%

Otro problema con el que debieron lidiar los comerciantes de librerías es el aumento de los artículos, sobretodo los importados, marcados por la fuerte devaluación que hubo en la última semana de enero.

“El aumento del dólar hizo que se dispare todo”, dijo Parejas, quien señaló que no solo los productos importados se vieron afectados, sino que los de producción nacional también porque “siempre necesitan algún insumo de afuera”.

“Si tomamos lo acumulado en 2013, más el aumento de enero de este año, hay artículos que llegan al 45 por ciento de aumento. Algunos otros, tienen subas de entre el 20 y el 25 por ciento”, dijo.

En la librería Centro, afirmaron que “en algunos casos hubo aumentos de hasta un 45 por ciento”, entre un año y otro, si se suma “el 20 y 25 por ciento de aumento que hubo en enero”. Pero afirman que desde entonces no hubo más incrementos.

Parejas señaló que, en su caso, habían comprado mucha mercadería antes de los aumentos, con lo cual en algunos ítems pudieron mantener los precios. “Pero algunos ajustes también hay que hacer porque a la hora de reponer tampoco podemos salir perdiendo nosotros”, dijo.

“Todo lo que es papel aumentó un 20 por ciento. Y lo importado un 35”, dijo el dueño de la librería Bisio, situada en Rivadavia 417. “Pero la mayoría de las cosas son importadas. Hoy hasta la birome Bic viene importada de Brasil”, dijo el comerciante.

En las librerías céntricas consultadas por Democracia, afirmaron que entre los principales negocios del rubro en nuestra ciudad hubo un “acuerdo de topes de precios” para que ni el público ni los comerciantes se vieran perjudicados.

Las canastas, no tan útiles

Quienes empezaron las clases, como es el caso de los chicos que asisten a colegios privados, según comentaron los comerciantes, no hicieron uso de las canastas escolares, ya que los docentes “por lo general piden marcas de útiles puntuales, que no son las incluidas en la canasta escolar municipal ya que en esas los productos son de segunda marca”, afirmó el dueño de librería Bisio.

En tanto, los comerciantes consultados afirmaron que el armado de una mochila ronda entre los 500 y 600 pesos (con el bolso incluido), siempre dependiendo de las marcas elegidas en cada caso. Un precio muy lejano comparado con la canasta municipal de 98 pesos, aunque cercano a los 394 del Gobierno nacional. Cabe destacar que la canasta local no incluye mochila, un artículo cuyo valor oscila entre los 60 y 700 pesos, dependiendo el tamaño, la calidad y la marca.

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