En nueve provincias se sintió fuerte el paro que convocaron, ayer, cuatro de los gremios docentes de alcance nacional, Ctera, Sadop, UDA y CEA. Los sindicatos dispusieron la medida, que alcanzó a escuelas primarias y secundarias públicas y privadas, para acompañar a los docentes que, en siete distritos, aún no llegaron a acuerdos paritarios y rechazar el posible cierre de la causa judicial sobre la responsabilidad política en la muerte del maestro Carlos Fuentealba, ocurrida hace nueve años.Para el Gobierno, la medida fue "excesiva" y "no tuvo gran adhesión".

Según el secretario de prensa de Ctera, Alejandro Demichelis, el nivel de acatamiento fue del 95 por ciento. En tanto, Roberto Baradel, secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), indicó a Radio El Mundo: "Esta medida responde a tres puntos: primero, no queremos que quede impune el asesinato de Fuentealba. La justicia neuquina quiere trabarla porque están involucrados funcionarios del Estado y hay presiones políticas muy fuertes. Entendemos que el máximo responsable es el ex gobernador Jorge Sobisch. Por otro lado, buscamos que se solucionen los conflictos provinciales, y por último, denunciamos que el Gobierno ha decidido desligarse de determinados programas socioeducativos generando nuevos despidos". Suteba fue uno de los gremios que, junto con la Unión de los Trabajadores de la Educación (UTE) y Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), acompañaron la medida.

La secretaria general de Ctera, Sonia Alesso, detalló que los docentes de Mendoza, Santiago del Estero, Santa Cruz, San Luis, San Juan y Tierra del Fuego aún siguen en negociaciones salariales. "En Santa Cruz y Tierra del Fuego tenemos conflicto por aumento salarial. Empezaron las clases, pero hay conflicto. Y en Jujuy, hay incumplimiento de la paritaria", puntualizó.

Marcha

Ayer, los docentes acompañaron la medida con una movilización que comenzó frente a la Casa de la Provincia de Neuquén, ubicada en Maipú 48, para luego llegar hasta la de la provincia de Mendoza, en Callao y Corrientes. La marcha terminó en el Ministerio de Educación de la Nación. La columna de manifestantes ocupó unas cuatro cuadras a lo largo de Callao.

El ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, señaló a DyN que el paro "no tuvo gran adhesión". Y volvió a catalogarlo como "una medida excesiva". El funcionario indicó: "Hay conflicto real en alguna provincia en particular, dos o tres que todavía tienen un conflicto latente, pero me parece que dejar sin escuela a miles de chicos no es una medida".

A las pocas horas, el secretario general de la Asociación de Docentes de la Educación Media y Superior (Ademys), Jorge Adaro, le contestó al ministro: "No es excesivo [el paro]. Hay compañeros en distintas provincias que sólo llegan a 6000 pesos por mes". Y añadió, en declaraciones a FM Delta: "La situación se complica cada día más en varios distritos, porque los trabajadores no llegan a fin de mes".

En la mayor parte de los colegios de la Capital hubo clases normalmente.

Según los gremios, en La Rioja, el nivel de acatamiento alcanzó entre el 65 y el 80 por ciento. En esa provincia, los maestros reclaman que en una primera liquidación, luego de las paritarias, recibieron entre 600 y 1000 pesos menos.

Fue casi nula la adhesión a la medida en Santiago del Estero: sólo llegó al 4% de las escuelas.

En contra del "decretazo" del gobernador Alfredo Cornejo, los docentes mendocinos, agrupados en el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE), realizaron el cuarto paro en un mes. Sin embargo, tuvo poco impacto en las escuelas, a pesar de que, según comunicaron los gremialistas, hubo una adhesión del 90 por ciento. En la provincia se sumaron también los demás trabajadores del Estado, con excepción de los choferes de colectivos. Desde el gobierno provincial, informaron que el presentismo fue superior al 75%, aunque se notó la ausencia de alumnos. La nueva medida fue en rechazo al aumento anual del 32% otorgado por el Ejecutivo, que incluye el polémico "ítem aula", un adicional de 1300 pesos que se pierde si el docente se ausenta más de tres días al mes.

El Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) señaló que el nivel de acatamiento alcanzó el 90% en Rosario, Santa Fe y la provincia de Buenos Aires.