"Me parece interesante desdoblar la elección en la provincia"

En una entrevista con LPO, el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense habla de la oposición y analiza el escenario electoral de Cambiemos.

Con pasos largos, Manuel Mosca atraviesa cada una de las tres oficinas que sirven como antesala para llegar a su despacho, un enorme bunker donde se tejen los acuerdos legislativos en la provincia de Buenos Aires. Es diciembre y terminaron las sesiones ordinarias, pero en La Plata todavía desfilan los diputados ajustando detalles para una bicameral que durante el verano analizará la posibilidad de desdoblar las elecciones municipales.

 

El presidente de la Cámara de Diputados bonaerense no oculta su satisfacción por haber conseguido aprobar los cuatro presupuestos de María Eugenia Vidal. Este último, contó incluso con participación del kirchnerismo duro en las negociaciones. "Aprendimos de errores, me hago cargo. Y la oposición también aprendió de sus errores", asegura en una entrevista con LPO.

 

Sin mayoría propia, Mosca es responsable de mantener un delicado equilibrio con la oposición, un equilibrio que exige negociaciones permanentes. Pero de cara a un año electoral, el diputado no le esquiva a las definiciones políticas: considera "interesante" un posible desdoblamiento de la elección provincial respecto de la nacional y argumenta que "eso permitirá a los bonaerenses discutir la gestión de Vidal". Pero además, durante la entrevista también analiza la posibilidad de eliminar las primarias de agosto y adelantar el calendario electoral.

 

A pesar de que fue un año con pocas sesiones, lo cierto es que fueron meses intensos en la Legislatura. Con un bloque del kirchnerismo duro que buscó bloquear algunas sesiones, con diputados subiendo al estrado de la presidencia, incluso con un intendente entrando por la fuerza al recinto con barras de Cambaceres. ¿Cómo vivió todo esto?

 

Fue el año más intenso desde que estamos gobernando. Indudablemente fue un año de mucho aprendizaje donde la oposición aprendió cuál es su rol y aprendió de sus errores.

 

Si uno mira cómo arrancamos en en diciembre de 2017 y cómo terminamos en diciembre de 2018 indudablemente, más allá de que la oposición reafirmó sus diferencias con el oficialismo pudimos tener un debate mucho más civilizado y eso tiene que ver con un aprendizaje de todas las partes.

 

¿También hubo aprendizajes en el oficialismo?

 

Totalmente. El oficialismo aprendió de errores propios y de eso me hago cargo y la oposición habrá aprendido de cosas que no tienen que repetirse, como el ingreso de un intendente con manifestantes adentro del recinto. Me quedo con eso en este año legislativo: con el aprendizaje de todos.

 

¿Por qué considera que fue el año más intenso?

 

Porque nadie se imaginaba después del triunfo de 2017 la dinámica de la calle que se genera con la discusión de la reforma provisional en Nación y eso se trasladó a la provincia y a la ciudad de La Plata. También porque la discusión del tema tarifas se manifestó de manera muy fuerte en la discusión legislativa y también porque la situación delicada de la macroeconomía hizo que la oposición también endurezca su posición y sea más intensa su participación.

 

El kirchnerismo duro tuvo un giro importante desde 2017 en adelante. Fue una oposición organizada, con objetivos más claros. ¿Le sorprendió ese cambio en la estrategia?

 

Yo considero positivo el rol de la oposición a lo largo de toda la gestión de María Eugenia. Creo que entendieron que la prioridad estaba, a pesar de las diferencias, en que tuviésemos las herramientas para poder gobernar. Después la gente elegirá y juzgará si lo hicimos bien o lo hicimos mal.

 

Pero después hay algunas características que cambian la dinámica. Es cierto que ahora hay un bloque más compacto de Unidad Ciudadana, pero también, por momentos hay un bloque que entra en algunas contradicciones, por ejemplo cuando no nos vota la recuperación del Fondo del Conurbano.

 

Antes de conformarse como Unidad Ciudadana, el kirchnerismo era un bloque con 36 diputados donde había legisladores relacionados a los intendentes. Y al final del día la ortodoxia de una oposición cede cuando tenés responsabilidades de gestión. Porque todos tenemos responsabilidades de gestión, todos tenemos que llevar soluciones a los vecinos y todos tenemos que encontrar los puntos de acuerdo.

 

No es casualidad que el Frente Renovador, que tiene intendentes, y que el bloque referenciado con los intendentes peronistas sean los más propensos a poder discutir a pesar de las diferencias y ponernos de acuerdo para que todos tengamos las herramientas de gestión. Creo que ahí está la diferencia más sustancial entre el Frente para la Victoria de los primeros dos años con el bloque de Unidad ciudadana de este año.

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En la gestión Vidal hubo logros importantes en cuanto a algunas cuestiones de transparencia. Ahora los legisladores presentan declaraciones juradas, las becas y subsidios son públicas. ¿Se va a avanzar en lo que falta que es mucho?

 

Yo creo que eso fue un logro de la dirigencia política de la provincia de Buenos Aires que entendió el cambio de época y que acompañó la voluntad política de María Eugenia que fue quien impulsó estas medidas. Obviamente que uno tiene el deseo de que nos podamos poner de acuerdo para seguir avanzando. También es cierto que durante 30 años no se avanzó y nosotros lo pudimos hacer en muy poco tiempo, con lo cual me quedo con lo que logramos como saldo positivo y me conforma todo lo que logramos. Sobre todo a la velocidad con que lo logramos. Era impensado que los legisladores tengamos colgadas en la web nuestras declaraciones juradas. Era impensado que nos eliminásemos por ley el régimen jubilatorio especial. Que nos limitemos los mandatos a una sola elección y todo eso ocurrió en solo tres años.

Yo considero positivo el rol de la oposición a lo largo de toda la gestión de María Eugenia. Creo que entendieron que la prioridad estaba, a pesar de las diferencias, en que tuviésemos las herramientas para poder gobernar. Después la gente elegirá y juzgará si lo hicimos bien o lo hicimos mal.

 

¿La oposición frena este tipo de cambios?

 

No. En los tres cambios que te marqué, al que puedo agregar el recorte del presupuesto de la Legislatura que se redujo del 1.5 al 0.9 del presupuesto del gobierno central, la oposición fue muy generosa y estuvo de acuerdo en las reformas que hicimos. Yo soy de los que defienden el rol de la Legislatura y el rol de la política y siento que este poder legislativo se puede sentir orgulloso.

 

 

 

¿En cuanto a lo que falta? Que el presupuesto de las Cámaras sea público, que se pueda ver con certeza cómo votan los diputados, que la oposición pueda convocar a sesiones especiales, que los ministros de Vidal den cuenta de los problemas y logros del Gobierno tal como ocurre en el Congreso.

 

¿Pero porqué tendríamos que traspolar el Congreso a la dinámica reglamentaria de la política bonaerense? ¿Dónde está escrito que es mejor el formato del Congreso? Tiene que ver con la interpretación reglamentaria que cada cuerpo legislativo se ha dado a sí mismo. Yo no lo veo como una reforma pendiente, para nada.

 

Porque en esencia es lo mismo: es el poder del número. Muchas veces la oposición reniega de debates pendientes en las comisiones, pero para avanzar en los debates es necesario construir un consenso determinado, con un número que imponga el tema y que el tema avance.

 

Pero además, a mí como defensor del cuerpo legislativo me gustaría discutir la calidad, no la cantidad. Podríamos sesionar quince veces y aprobar declaraciones de interés todo los días. Ahí resalto que le pusimos justicia al régimen provisional del Banco Provincia y dejar de endeudar a la provincia en 5.000 millones todos los años. Yo estoy orgulloso de esa ley y la defiendo y la reivindico. Además pudimos sancionar un proceso judicial en el régimen laboral que será histórico y que va a cambiar la dinámica de la justicia laboral. También avanzamos en importantes reformas judiciales. Entonces no discutamos el número de sesiones, discutamos lo que se votó en esas sesiones.

 

Recién se manifestaba como un defensor del Poder Legislativo y van dos años consecutivos en los que el presupuesto de la Legislatura se achica. ¿Porqué eso es una buena noticia?

 

Es un gesto de austeridad en un contexto macroeconómico delicado donde la gente está haciendo un esfuerzo enorme. Ahora, tampoco reniego de lo que la Legislatura implica como costo en cuanto al funcionamiento del sistema democrático. Me parece excelente que los legisladores puedan estar cerca de la gente, puedan ayudar a las instituciones y los chicos que estudian a través de becas. Porqué acá está representada toda la política de la provincia de Buenos Aires.

 

Entonces, al lugar donde no llega un intendente o el gobierno de la provincia puede llegar un legislador que estando cerca de la gente detecta que hay una necesidad. Mientras eso se realice con trasparencia y sea una beca o un subsidio justo, yo estoy completamente a favor de que las minorías y mayorías puedan estar cerca del territorio.

¿Pero porqué tendríamos que traspolar el Congreso a la dinámica reglamentaria de la política bonaerense? ¿Dónde está escrito que es mejor el formato del Congreso? Tiene que ver con la interpretación reglamentaria que cada cuerpo legislativo se ha dado a sí mismo. Yo no lo veo como una reforma pendiente, para nada.

 

Repasemos algunas leyes que se discutieron durante el año y que quedaron pendientes. ¿Qué va a pasar con la ley de Turf que se aprobó en el Senado y se frenó en Diputados?

 

Ese proyecto quedó en stand by por una decisión de María Eugenia de postergarlo hasta que podamos encontrar un punto de acuerdo que indudablemente no encontramos con el proyecto que se aprobó en el Senado.

 

Edgardo Cenzón, cuando era ministro envió un proyecto de ley de Obra Pública. ¿Porqué nunca se avanzó con ese proyecto? ¿No es necesario una nueva ley de Obra Pública?

 

Porque el ministro de Infraestructura (Roberto Gigante) actual pretende una ley diferente y no hemos encontrado los puntos de acuerdo.

 

¿Hay diferencias en el tema?

 

Indudablemente no nos ponemos de acuerdo sobre qué ley de obra pública queremos y a partir de es que no pudimos avanzar.

 

¿Porqué no se animaron a avanzar con la división de La Matanza?

 

No encontramos los acuerdos necesarios para poder avanzar por lo menos en un debate profundo, con la información técnica suficiente como para analizar la división o no.

 

¿Pero el proyecto sigue en agenda para el año que viene?

 

Es muy difícil sostener ese proyecto en agenda en la víspera de un año electoral. Yo creo que tenemos que dar el debate profundo acerca de si la gente de La Matanza se merece vivir con las postergaciones que vive y si es factible que un distrito con la estructura municipal del caso pueda atender las demandas de un millón de personas. Es un debate pendiente.

 

Otro proyecto que quedó en el camino fue la regulación de Uber. ¿Es un debate cerrado o queda para el año próximo? ¿No es una discusión inevitable?

 

Es un debate que indudablemente en algún momento se va a dar pero no porque nosotros lo querramos o no, sino porque es algo que existe y es una realidad. Ahora, el gobierno provincial tomó una decisión que es la de cuidar los puestos de trabajo que genera el servicio de taxis. Este año tomamos partido en esa tensión y fue a favor de los trabajadores de taxis y remises. Pero no puedo descartar que el debate resurja en el futuro.

 

Vidal lleva gobernando tres años con emergencias en Seguridad y e Infraestructura. Esto permite hacer compras y licitaciones sin los controles tradicionales. ¿Va a gobernar todo el mandato con emergencias?

 

La emergencia no evita ningún control, de hecho los controles están absolutamente previstos en el proceso. Lo que permite es acortar plazos y eso dinamiza y lleva respuestas más rápidas a la gente. Si siguen en vigencia es porque indudablemente en ese área la provincia sigue en emergencia. Falta mucho por hacer y es mejor tener las herramientas que permitan rapidez y no volver a un sistema burocrático que deja abandonado a los vecinos.

 

Ahora, las emergencias incluyen una bicameral, justamente para que exista un control ante esa velocidad que permite la ley. Pero la primera emergencia en Infraestructura se votó en marzo de 2016 y recién hace un mes se reunió por primera vez la bicameral, y solo para constituirse. ¿Por qué más de dos años y medio de demora?

 

Quizás sea un punto de autocrítica que tengamos que hacer, o que tenga que hacer yo como responsable de la Cámara.

 

¿La idea es reactivar esas comisiones bilaterales?

 

Es que las comisiones no dependen de una decisión unilateral para activarlas o no. Tiene que ver con la dinámica propia del cuerpo legislativo. Lo que está claro es que las constituimos y lo hicimos porque no tenemos ningún problema en que haya bicamerales que controlen las emergencias.

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¿Cómo va a funcionar la bicameral que analizará el desdoblamiento? ¿Cuál es la agenda?

 

Tiene 60 días para dictaminar. Los integrantes del oficialismo vamos a tener una reunión con el jefe de Gabinete, Federico Salvai. Estamos pensando en una agenda de trabajo que queremos que esté en línea la voluntad del poder Ejecutivo. Mi idea es trabajar de manera seria y analizar el tema pero sin tomar ninguna decisión apresurada.

 

¿Una bicameral puede emitir un despacho por fuera del período ordinario?

 

El dictamen de la bicameral es no vinculante, con lo cual las decisiones importantes en términos electorales exceden a esa bicameral.

El dictamen de la bicameral que analizará el desdoblamiento de las elecciones municipales es no vinculante, con lo cual las decisiones importantes en términos electorales exceden a esa bicameral.

 

¿Y cuál es entonces el objetivo de una bicameral no vinculante?

 

Generar un ámbito de debate, de estudio y de análisis que no descarte ninguna posibilidad.

 

¿Usted está a favor o en contra del desdoblamiento?

 

En términos personales creo que es interesante el desdoblamiento de la elección a nivel provincial pero nosotros formamos parte de un proyecto político que va a tomar la decisión en marzo y que evaluará los elementos del caso para ver cuál es la mejor decisión para la gente.

 

¿Puede ampliar el término "interesante"?

 

Yo creo que una elección provincial permite discutir la gestión Vidal que, desde lo personal, estoy convencido que es la mejor de la democracia moderna. Por eso siempre está bueno interpelar una gestión de cara a los bonaerenses. Pero reitero que el análisis es mucho más amplio porque una decisión de este tipo impacta en la vida de la gente.

 

¿Qué opinión tiene de eliminar las primarias?

 

A priori estoy a favor de las primarias. Me parece una herramienta interesante para dirimir diferencias dentro de los frentes políticos. Es algo ordenador y democrático. Pero también es cierto, y esto lo digo en términos personales, que cuando se analiza la posibilidad de un desdoblamiento en la provincia, necesariamente tenés que analizar la vigencia o no de las primarias. Porque el calendario se puede trasformar en un trastorno para los electores de la provincia.

 

¿Y respecto de un posible adelantamiento?

 

Es que la hipótesis de un desdoblamiento implica en sí mismo fijarla en un calendario anterior a la elección nacional con lo cual hay si se quiere un adelantamiento respecto de la elección nacional.

 

¿Cómo se logró que toda la oposición termine acompañando de alguna u otra forma el un presupuesto que incluía un endeudamiento de 68.500 millones y una Fiscal Impositiva que incluía la legalización del juego online?

 

 

 

Yo celebro que este año lo que tuvimos, y quizás entrado en contradicción de lo que decíamos al principio de una posición más radicalizada de Unidad Ciudadana, es que fuimos todo muy maduros para poder dialogar, desde el kirchnerismo hasta Cambiemos. Eso no había pasado en otros presupuestos.

 

Obviamente la herramienta del diálogo fue fundamental porque pudimos mejorar un presupuesto con modificaciones sobre todo en aquellos puntos que impactaban en la dinámica económica de los municipios. Y la oposición también entendió cómo el resto de las provincias había decidido trasmitirle un enorme costo a la provincia de Buenos Aires. Pero respondiendo a tu pregunta, en términos globales, cuando se mira la película a cuatro años, el proceso de diálogo fue el más intensivo de todos y eso fue la clave.

 

En la sesión en la que se aprobó el presupuesto Unidad Ciudadana tuvo críticas muy fuertes pero no hubo ningún intento de bloquear la sesión como en otros momentos del año. ¿Eso fue parte del acuerdo?

 

Yo creo que esta relacionado con lo que hablábamos al principio. Todos aprendimos de errores. Bloquear una sesión no es normal en ningún país del mundo. Dar el debate, sentar posiciones y tratar de convencer al otro es lo que rige en las democracias. Lo anormal era un intendente entrando por la fuerza al recinto. Lo normal fue lo que pasó la semana pasada, una posición crítica pero bien fundamentada y un oficialismo convencido que estaba votando el mejor presupuesto posible en un contexto donde a la provincia le cargaron un costo muy alto.

 

¿Por qué es posible lograr esos acuerdos tan rápido en la provincia de Buenos Aires y por qué es tan difícil alcanzarlos en el Congreso Nacional?

 

Creo que es una comparación forzada.

 

Pero los bloques son los mismos Cambiemos, Frente Renovador, Unidad Ciudadana, un peronismo dialoguista...

 

(Piensa) Te marco una diferencia sustancial: el presupuesto de Nación contemplaba la búsqueda del equilibrio fiscal primario para lo cual se hizo un enorme esfuerzo fiscal con un incremento de la carga tributaria y un ajuste fuerte del gasto público. En la provincia de Buenos Aires, por tercer año consecutivo estamos ratificando el equilibrio fiscal operativo. Con lo cual la discusión acá es la dinámica de la autorización de endeudamiento y cómo ese financiamiento nos sirve para hacer obras de infraestructura.

 

En resumen: mientras en el Congreso definen un esfuerzo fiscal, acá lo que se confirma es un superavit operativo y la ratificación de las obras de infraestructura.

 

La estrategia del gobierno nacional es polarizar con Cristina Kirchner, pero la estrategia en la provincia siempre fue otra: que existan distintas opciones opositoras. ¿Porqué se da ese escenario diferenciado?

 

A mi no me consta que la estrategia del gobierno nacional sea polarizar con el kirchnerismo. Lo que está claro es que la gente, mayoritariamente elige lo que expresa Cambiemos como voluntad de cambio y pasa que la ex presidenta es la dirigente que concentra la minoría más intensa en la oposición. Si nosotros lo pudiésemos elegir estaríamos subestimando nuestra capacidad de poder influir en el pensamiento y en la decisión de la gente a decidir. No veo que el gobierno esté estimulando esa polarización de la que todo el círculo rojo habla.

Sergio Massa y Martín Insaurralde son dirigentes de la oposición críticos, pero que priorizan a los bonaerenses por encima de las diferencias políticas con la Gobernadora. Mucho de lo bueno que pudimos hacer en estos tres años fue gracias a la actitud constructiva que tuvieron ellos.

 

¿Qué significan Sergio Massa y Martín Insaurrralde para la gobernabilidad de Vidal?

 

Son dirigentes de la oposición críticos pero que aman la provincia y el amor que tienen por la provincia hace que prioricen a los bonaerenses por encima de las diferencias políticas con la Gobernadora. Mucho de lo bueno que pudimos hacer en la provincia fue gracias a la actitud constructiva que tuvieron Sergio y Martín.

 

Usted tuvo un rol importante en el armado electoral de 2017. De cara al año electoral que viene, un año sin obra pública y con una crisis económica que destrozó el salario real, ¿cómo se preparan para la campaña?

 

Dejame disentir en la afirmación que incluís en la pregunta. Primero, cuando ocurrió la crisis cambiaria, una de las obsesiones de todos era que la obra pública no se paralizara y lo cierto es que no se frenó. Y creo que lo más positivo del presupuesto que acabamos de aprobar es que contempla los fondos necesarios para que todas las obras que estén en ejecución se terminen en tiempo y forma. Eso pasó desapercibido y creo que es lo más importante que ocurrió durante la votación del presupuesto.

 

Además, estoy convencido que el año que viene, con una inflación más baja va a crecer fuertemente el poder del salario real. Por consiguiente la voluntad de cambio va a estar intacta y vamos a ratificar en caso de una hipotética reelección.

 

Ahora, el presupuesto en infraestructura va a permitir continuar las obras que están en marcha pero no contempla grandes obras hacia el futuro.

 

Eso es relativo. Está contemplada obra nueva y también está contemplada obra nueva en conjunto con los intendentes. También la posibilidad de que los municipios tomen crédito a tasa subsidiada del Fondo de Garantías al 12% a devolver en cuatro año. Eso va a dinamizar la obra pública.

 

Le había preguntado cómo se preparan ustedes para la campaña.

 

Con mucha expectativa porque el año que viene va a ser una año mucho mejor que este difícil año que está terminando. Sentimos que el esfuerzo más grande la gente lo hizo este año y que el año que viene habrá buenas noticias económicas.

 

El año próximo Diputados pone en juego todas las bancas que consiguieron en 2015. Está claro que aún ganando la elección no van a meter esa cantidad de bancas. A partir de 2019 el bloque de Cambiemos se puede reducir considerablemente.

 

Gobernamos estos tres años en minoría, apoyados en la herramienta del diálogo. Hemos mejorado proyectos a partir del diálogo y yo lo que espero, más que una cuestión numérica, es que la calidad y el compromiso de los nuevos legisladores sean como los legisladores de estos últimos años.

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