Un terremoto de 7.2 grados de magnitud golpeó este miércoles la zona central de Chile. La intensidad fue tan fuerte que murieron 11 personas y el movimiento se replicó en distintos puntos de Argentina y países aledaños. 

Ramiro Colli es oriundo de Paraná pero hace 10 meses vive en La Serena Coquimbo, Chile. Cuando el sismo comenzó, él regresaba a su casa y sintió que todo comenzó a temblar. "Los cables se movían para todos lados, se cortó la luz, parecía como si el tiempo no pasara", relató a Elonce.com

Tras ello, las alarmas de los celulares avisaron que se avecinaba un tsunami. "Todos mis vecinos salieron, junté cosas con mi tía y mi abuela y también evacuamos. Gracias a Dios no perdimos nada porque no llegó a la zona a la que vivo", dijo a nuestro medio. No obstante, contó que hubo rupturas de vidrios, espejos y copas que se caían.

Además, manifestó que en otras oportunidades había sentido pequeños temblores pero jamás vivenció un terremoto de tal magnitud. 

A casi dos días del hecho, asegura que muchas personas perdieron sus casas y el clima entre la población es de total preocupación. Pese a ello, explicó que el terremoto "estaba pronosticado para fines de septiembre o principios de octubre, por la cantidad de años que no pasaba" y agregó que especialistas indican que podría ocurrir otro en los próximos días. Elonce.com