Paraná: Recibirá el alta el menor que quedó con su pierna en camión compactador

Paraná: Recibirá el alta el menor que quedó con su pierna en camión compactador

Antes de que se vaya le colocarán un yeso en la pierna afectada. Su mamá, Miriam Acosta, afirmó que el menor evoluciona bien. Le suministran antibióticos mientras cicatrizan sus heridas. El accidente ocurrió hace diez días

Mañana le darán el alta a Diego, de 13 años, quien hace 10 días quedó con una pierna atrapada en la compactadora de un camión recolector de residuos en el Volcadero de Paraná. Así lo aseguró su mamá, Miriam Acosta, quien lo acompaña en la Sala de Traumatología del hospital materno infantil San Roque, en el sexto piso, donde permanece internado.

La mujer contó que antes de irse, a Diego le colocarán el yeso para que los huesos suelden bien y no queden mayores secuelas del lamentable accidente. 

“Gracias a Dios no le pasó nada grave. Ahora están esperando que le cicatrice una quemadura que le quedó por la amoladora y recién ahí lo van a enyesar”, dijo, en referencia a una de las herramientas que utilizaron los rescatistas para que el chico pudiera zafar de la máquina con el menor daño posible. 

Por estas horas, el tratamiento implica el suministro de antibóticos y Miriam supone que luego tendrá que hacer alguna rehabilitación. Asegura que está aburrido y que quiere irse a su casa, aunque sabe que el reposo se extenderá un tiempo más, aún en su domicilio. “Está cansado de estar acá, pero se encuentra bien de salud. Rezonga, y yo le digo que nadie lo mandó a que vaya a la máquina esa a andar de chivo”, comentó. 

Por otra parte, aprovechó el diálogo con Uno para desmentir que el adolescente fue a buscar comida ese día al Volcadero y que no es habitual que vaya a ese lugar: “No vivimos de la basura”, aseveró. 

El chico se recupera 

Diego es el mayor de cuatro hermanos y va a 6º grado en la escuela Bazán y Bustos. Junto a su familia viven en el barrio El Resero, frente al Centro Integrador Comunitario de La Floresta. 

El día del accidente su mamá fue a lo de su hermana para asistirla porque le habían robado un secarropas. Cuando volvió, solo una de sus hijas estaba durmiendo. “Diego se escapó y se fue con otros chicos al Volcadero, supongo que a jugar, o por curiosidad”, sostuvo. 

En la calle, mientras volvía a su casa, una conocida del barrio le avisó que Pelia, como le dicen al chico en la zona, había tenido un accidente con la compactadora del camión recolector de residuos de la Municipalidad. 

“Yo no sabía qué hacer, para dónde agarrar y cómo irme rápido hasta allá. Alguien me acercó en moto”, recordó Miriam, ya sin la ansiedad y el susto que toda madre puede sentir en un momento tan dramático. 

En el momento del rescate ella se ocupó de contenerlo, mientras personal de Bomberos hacía sus labores de rescate. Demoraron casi dos horas en lograrlo, y alrededor de las 12.30 de ese día sacaron al chico, lo subieron a una camilla y lo ingresaron a la ambulancia que lo llevó al hospital materno infantil San Roque. 

Ingresó al área de Cirugía del nosocomio, donde lo operaron por la fractura expuesta de tibia y peroné. Luego quedó internado en una sala, y según se informó no corre riesgo de perder la pierna, que era uno de los temores que se generaron en ese momento tan sensible. 

Afortunadamente su evolución fue buena y mañana podría regresar a su casa, a su barrio; reencontrarse con sus hermanos y sus amigos y preparase para volver pronto a la escuela. 

Un accidente con milagroso final 

En un descuido Diego accionó la palanca que movilizó la compactadora sin querer y su pierna derecha quedó atrapada. Por milagro, el mismo chico volvió a mover el mecanismo para detener la máquina antes de que las consecuencias fueran trágicas. Llamaron al 911 y llegaron al lugar una ambulancia, los Bomberos Zapadores y Voluntarios y la Policía, quienes con herramientas especiales, como así también palos y maderas, comenzaron el trabajo de rescate. 

Con sumo cuidado había que ir separando los hierros y las chapas para retirar la pierna del niño. Cientos de vecinos se congregaron alrededor del camión observando lo que sucedía.

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