Los paradigmas de una marcha y un llamado de atención

Por Gabriel Darío Perrone (*)

La multitudinaria movilización, que congregó a más de 300 mil personas, realizada el 29 de abril por los representantes de los trabajadores con motivo de la emergencia ocupacional y alimentaria, la inflación y los despidos, viene a ser una antesala de lo que podría ser la situación social si no hay señales claras de recuperación en lo mediato, por no decir en lo inmediato.

El discurso fue contundente y no dejo lugar a dudas, según Hugo Moyano, el último de los oradores de las cinco centrales obreras presentes y titular de la CGT Azopardo señaló que “si ellos se ponen en la vereda de enfrente, nosotros siempre vamos a estar del lado de los trabajadores”, frase que no deja minimizar el hecho de los tiempos difíciles que se plantean con la realidad social y sindical. Para colmo de males, se citó también un “será un regalo para los trabajadores” el aumento en los combustibles estipulado justa e infructuosamente a partir del mismo primero de mayo. Los demás representantes exigieron la puesta en marcha de un plan para frenar la inflación, rever la escala de impuesto a las ganancias y que se impidan nuevos despidos.

Respecto del último punto, Antonio Caló, Secretario General de la CGT, remarcó que “yo sé lo que es ver cuando un padre de familia llega a su casa y le dice a su mujer me quedé sin trabajo, familias que empiezan a tener problemas y que se disgregan”. Y Hugo Yasky, secretario general de la CTA, señaló: “No queremos volver a ver en las escuelas a los pibes pidiendo un plato de comida, ni a los compañeros revolviendo los tachos de basura, ni a los jubilados pidiendo para llegar a fin de mes”.

A Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), le tocó leer el documento diagnóstico, un texto que recalcó el alerta sobre las medidas económicas, la caída del empleo, la inflación y la devaluación. Además sentenció que no se descarta un paro general. Y dijo textualmente "Ahí está el problema de muchos hombres técnicos del Gobierno. Hablan del mercado como si fuera una persona de carne y hueso. Creo que ahí nosotros creemos que va a haber muchas presiones que se van a acumular si no hay medidas compensatorias a lo que está ocurriendo".

De la misma manera se expresó el titular de la CTA Pablo Micheli: "Si esto continúa, no nos dejan otro camino que ir al paro”, y señaló que el costo de la crisis lo paga el trabajador.

Paradigmas de una realidad social que parece englobar a cada vez más sectores en emergencia, que buscan vías de escape haciendo valer el hecho de la protesta cuando se avizora el endurecimiento en las medidas económicas que impactan directamente en el bolsillo de todos, y sobre todo en los que menos tienen, que es donde recae el ajuste. Errores de haber hecho todo en tan poco período de tiempo.

Claramente hay argumentos que hay que revisar, como por ejemplo, que en Capital se pagaba menos el gas. Una simple observación de la relación cantidad de habitantes por kilómetro cuadrado versus cantidad de expendio por hogares, hacen que el costo baje relativamente. Y en cuanto al transporte, bien esencial de todos, es una falacia poner CABA vs Provincias, ya que todo aumento se traduce en más aumentos. Después de todo, quienes nos movemos en el país usamos los servicios, y a nadie le sienta bien (ni puede ya) pagar aumentos cuando muchas personas toman trenes y colectivos para desplazarse en un mismo día.

En las tribunas dispuestas a los costados del palco principal estuvieron el escritor Eduardo Jozami, Jorge Taiana, Diputado del Parlasur y el ex jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Aníbal Ibarra, entre otros, quienes escuchaban atentamente los reclamos de cada sector.

Estuvieron presentes también los trabajadores que habían hecho un reclamo junto con Camioneros en el aeropuerto de Ezeiza, solicitando del encuadramiento en esa organización de trabajadores de una empresa encargada del catering de aviones. En su momento, la medida de fuerza fue levantada ante el inicio de un diálogo con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca.

También estuvieron representantes del intervenido Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU), que, desde su intervención 1000 trabajadores quedaron desocupados.

En conferencia de prensa del día 3 de mayo, el Presidente, refiriéndose a la marcha, afirmó que no hubo unidad de criterio y que, a pesar la mayoría de los sindicatos ser de signo político diferente, está dispuesto al diálogo. Por otra parte remarcó que el Gobierno pone el eje en la creación del empleo y bajar la inflación, haciendo referencia, repetidamente, a lo heredado. Señaló que la transición llevará unos meses más. Y respecto del aumento de la nafta, dijo que venía atrasado, y decidieron no aumentar todo en enero, porque el precio va atado al dólar.

Por ahora una marcha y un llamado de atención. Se  tratara entonces de poner a la persona humana y su dignidad antes del frío “que cierren los números”. El problema será cuando el diálogo se termine. 

(*) Periodista especializado en economía

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