En la semana posterior al peor revés electoral del kirchnerismo en diez años, Unidos y Organizados adoptó como propio el discurso de Cristina Kirchner: relativizó que el resultado haya significado una derrota, rechazó que sean necesarias correcciones en la gestión de gobierno y sólo habló de errores menores en la estrategia de campaña en la provincia de Buenos Aires.

Los principales referentes de las fuerzas que integran el frente de militancia más cercano a la Presidenta se mostraron confiados además en que el kirchnerismo logrará revertir el resultado en las elecciones generales del 27 de octubre. Definieron en ese sentido el camino para lograr una victoria en suelo bonaerense: redoblar los esfuerzos en el territorio y lanzarse a la disputa de una porción del electorado de Sergio Massa, el vencedor de las primarias del domingo.

La única referencia a cuestiones de gestión la hizo Federico Martelli, jefe del Movimiento de Unidad Peronista (MUP), una agrupación que impulsa un armado más cercano al peronismo tradicional. "La inflación se come el ingreso de los que no tienen paritarias", sostuvo Martelli, en diálogo con LA NACION.

Más en línea con el resto de los dirigentes de UyO, el dirigente identificó como otras causas del resultado electoral a la crisis internacional; la demora en la aplicación de la ley de medios, "que hace que los medios sigan en manos de los adversarios del Gobierno", y las disputas que se generan en el peronismo a raíz de la próxima sucesión presidencial. "El MUP va a triplicar el esfuerzo y vamos a salir en busca del voto que fue para Massa", dijo, en cuanto a la estrategia de cara a las elecciones generales, convencido de que sigue existiendo un porcentaje apreciable de "voto confusión" en favor del intendente de Tigre.

El diputado nacional Leonardo Grosso es uno de los que negaron que el kirchnerismo haya sufrido una derrota. "Seguimos siendo la primera fuerza nacional en la Argentina", dijo a LA NACION. "Hemos tenido reveses en algunos distritos, como en la provincia de Buenos Aires, donde éramos más optimistas", agregó el jefe de la JP Evita, rama juvenil del Movimiento Evita.

A la hora de buscar explicaciones, el dirigente rechazó que existieran dificultades en la gestión, acusó a los medios de comunicación de "confundir a la gente" y destacó que muchos intendentes habían saltado a la oposición de un día para el otro. Sólo en ese punto, Grosso admitió un error: "Quizá faltó previsión".

La línea argumental del jefe de la JP Evita parece calcada de la postura definida el miércoles por La Cámpora , difundida unas horas antes de que Cristina Kirchner fijara la posición oficial, en un acto en Tecnópolis. Por medio de un editorial titulado "Ni un paso atrás", la agrupación que conduce Andrés Larroque llamó a "profundizar" el rumbo, criticó "el obsceno triunfalismo" de quienes resultaron ganadores en los comicios del domingo, y descalificó a quienes interpretan que el resultado electoral marcó el comienzo del poskirchnerismo.

Sólo en el tramo final de ese editorial, la agrupación se mostró dispuesta a escuchar el mensaje de las urnas. "Si algo sabe el movimiento político iniciado el 25 de mayo de 2003 con Néstor y conducido ahora por Cristina es escuchar al pueblo e interpretar su voto para realizar las correcciones necesarias a la hora de defender aún mejor los intereses nacionales y de los que menos tienen."

EXCESO DE CONFIANZA

Esas "correcciones necesarias", coincidieron los dirigentes de UyO, se circunscriben a cuestiones de campaña. "Estuvimos un poco pesados a la hora de arrancar el proceso electoral, casi elefantiásicos", evaluó el jefe de una de las agrupaciones de la segunda línea de UyO. "Estábamos confiados, algunos intendentes sacaban cuentas de por cuánto íbamos a ganar", reveló, aunque se negó a hablar de derrota. "Fue una elección regular", consideró, y se mostró confiado en que el resultado operara como un revulsivo para ganar en octubre.

El líder de otra agrupación de UyO con fuerte trabajo en la primera sección electoral también encontró explicación del resultado en el papel que, a su juicio, desempeñaron los principales medios de comunicación. "Nosotros tenemos un buen candidato, pero nos faltó tiempo para hacerlo conocer; en cambio, Massa se viene instalando desde hace dos años, con la ayuda de los medios cuyos intereses él defiende", sostuvo el dirigente.

Pese a la derrota, los jefes de UyO también hicieron un balance positivo del armado territorial desarrollado por las agrupaciones en el conurbano durante el último año. El objetivo de ese anclaje en el territorio era darle autonomía al kirchnerismo respecto del juego político de algunos intendentes, de quienes se sospechaba que podían saltar a la oposición. El análisis de los resultados indica que fue justamente en esos distritos, en su mayoría de la primera sección, donde el Frente para la Victoria obtuvo sus peores números. En UyO sostuvieron, sin embargo, que si no se hubieran organizado, el resultado podría haber sido peor.

CON OPTIMISMO Y SIN LUGAR PARA LA AUTOCRÍTICA

Sin errores en la gestión

Los dirigentes de Unidos y Organizados rechazaron que la derrota del domingo se haya debido a errores en la gestión de la presidenta Cristina Kirchner

Falta de tiempo

Los referentes de las principales agrupaciones sólo reconocieron la necesidad de hacer correcciones en la campaña. Más de uno opinó que faltó tiempo y que se arrancó tarde

Con optimismo

En línea con la postura de la Presidenta, se mostraron confiados en revertir el resultado en las elecciones del 27 de octubre

El voto de Massa

Se definió como estrategia recuperar algunos puntos de los votos que fueron para el intendente de Tigre, Sergio Massa