El tipo no para. Cuando esperaba un descanso después de semejante experiencia en el Barcelona, ahora la Selección. Y justo antes del debut en esta coqueta Düsseldorf, se viene una escala muy especial: Roma, para la audiencia con el Papa y ser uno de los DT del Partido por la Paz, el lunes en el Olímpico. Ya dijo el Tata Martino lo que significa para él este desafío soñado de dirigir a la Selección. Lo que no contó es lo que le revela alguien de su entorno a Olé : “Para el Tata este viaje es una bendición. Lo vive con mucha emoción. Y justo se le junta con el primer partido con la Argentina, demasiadas vivencias importantes en pocos días...”.

Mientras en Düsseldorf siguen poniendo a punto con ese toque de perfección alemana el estadio para el partido del miércoles (a las 15.45), el Tata gastó sus últimas horas en el bunker de Ezeiza y esta tarde arranca su raid europeo: primero Roma para reencontrarse con Messi, Mascherano y Maxi Rodríguez y luego en charter a Alemania para darle la primera charla al grupo. Debut recontra chivo, más allá de que sea un amistoso, contra el rival que nos amargó en la final de hace más de un mes. Cuentan que justamente el Tata planificaba una visita papal con su mujer de siempre, María Angélica. Más creyente que practicante (no suele ir a la iglesia), esta oportunidad le abrió inesperadamente las puertas del Vaticano. Como lo de la Selección (“estoy orgulloso de dirigir a mi país y a un equipo con tanto prestigio”), éste es otro regalo de Dios.