Para Rosario Central, la del clásico ante Newell's, fue una victoria y la madre

Para Rosario Central, la del clásico ante Newell's, fue una victoria y la madre
La clave de la victoria auriazul por 2 a 1 estuvo en la mitad de la cancha. Allí Lagos tapó la salida de Mateo y además hizo jugar a los externos Medina y Carrizo. Además el Sapito Encina lo mortificó a Bernardi...

La clave de la victoria auriazul estuvo en la mitad de la cancha. Allí Diego Lagos tapó la salida de Mateo y además hizo jugar a los externos Medina y Carrizo. Además el Sapito Encina lo mortificó a Bernardi, comiéndole los talones toda la tarde. Y Nery Domínguez estuvo atento a Pablo Pérez. Así Central le bloqueó la médula a Newell's, lo maniató, a pesar de que igual el equipo del Parque intentó ser el de siempre, aunque no tuvo eficacia en la puesta en escena. Lo más desequilibrante de los rojinegros fueron las gambetas de Víctor Figueroa, el primer tiempo de Maxi y la versatilidad de Casco. El resto fue casi todo del local. Por eso salió un partido bien parecido al que pensó Russo, pero bastante diferente al que imaginó Berti.

Hacía tres años y medio que no se veían las caras y por ello tal vez los dos salieron a buscar la victoria, con más ambición que recaudos, algo no habitual en la historia del clásico.

Central pegó primero. Centro con rosca de Delgado, peinada de Lagos y desde la terraza la bajó Donatti para vencer a Guzmán. No tardó en llegar el vuelto. A los 15' Figueroa lanzó un pase frontal que sorprendió a Peppino y Maxi en el segundo intento estampó el empate, tras la tapada de Caranta y el rebote en el palo. Allí hubo un par de jugadas netas de la visita. A Pablo Pérez se le fue ancha y Muñoz no tuvo precisión arrojándose al piso. Y llegó el segundo grito canalla. Puñalada de Medina a Luna, que desde el piso y con el lomo terminó asistiendo a Encina, que puso otra vez arriba a Central. Casi empata Figueroa, pero el intento dio en el caño derecho. Al descanso.

En el complemento la intensidad del partido bajó considerablemente. Hubo un tiro de costado de Muñoz, una arremetida de Carrizo y una chance de Abreu. Ni los ingresos de Trezeguet y Manso pudieron revertir la historia. El 2 a 1 fue inalterable y Central sumó los tres puntos más especiales del campeonato. Y en el día de las doñas, logró una victoria y la madre.

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