A su turno, la edil Graciela Callegari indicó que la tasa de Servicios Urbanos aumentó un 1145% en los últimos diez años y rechazó la austeridad propuesta por el Ejecutivo luego de vapulear los niveles de cobrabilidad.

"Es una carga impositiva insoportable que afecta la recaudación. Los números oscilan y es una tasa que termina perjudicando a quienes tienen menores servicios", ponderó luego de jerarquizar la inversión del Gobierno nacional como clave del equilibrio municipal.

Asimismo, focalizó que la contraprestación no se corresponde con los tributos para sumar críticas a la ineficiencia de "recaudar mal, pagar peor y brindar servicios deplorables".

"Hay un estado calamitoso de calles; en el Hospital la población tiene que soportar esperas para ser atendido; los servicios sanitarios están en emergencia por desidia y falta de atención", enumeró tras remarcar que "se llevan cuatro años de déficit administrativo".

Críticas a la discrecionalidad

En tanto, cargó contra el "uso discrecional" del Fondo de Financiamiento Educativo y el presunto vaciamiento del sentido social del Presupuesto Participativo.

"Muchas veces se usa para pagar déficit y algunos fondos tienen destinos discutibles, como los $ 450.000 para el servicio de coffe break: si falta calefacción en las aulas, los alumnos podrán paliarlo con un cafecito", disparó.

En tanto, consideró que la suma prevista para Claromecó se suma al "despilfarro y mal uso de los fondos" debido a que se suma a los "gastos improductivos" aunque valoró la "racionalidad" del Ente Vial Rural.