"Para lograr igualdad es clave la articulación público privada"

Con motivo de celebrarse hoy el Día Internacional de la Mujer, Ámbito Biz reunió en la redacción de este diario a referentes de empresas privadas y del Estado. El debate giró en torno de la igualdad de género en la Argentina. Balances y expectativas de un tema donde -según coinciden las especialistas- “aún hay mucho por hacer”.

Periodista: ¿Cómo fue insertarse en un mundo tradicionalmente masculino?

Mariana: Empecé mi carrera en Recursos Humanos, que dentro de las compañías es un área más femenina que masculina, con lo cual no es tan difícil encontrar mujeres en puesto de liderazgo. Pero si me toca participar y hacer carrera en una compañía en donde todavía hay más hombres que mujeres. Nuestra empresa es bastante femenina, nuestras clientes son mujeres que deciden las compras. Particularmente nunca sentí que tuviera menos oportunidades que un hombre.

Mariela: Me ocupo de las categorías de moda, deportes, belleza y joya y relojes en la compañía e integro la comisión de moda en la CACE. La palabra carrera es contraintuitiva, realicé varios trabajos y considero que nunca hubo nada ni muy femenino ni muy masculino. Va más allá de que si algo tenía o no afinidad con el género. La clave para mi es no concebir mi carrera como tal, en divertirme en cada cosa que hago, estar muy atenta a mi vos interior. Cuando tu móvil es ése, es muy fácil hacer carrera.

Helena: Trabajé mucho tiempo en el sector privado. Cuando tuve mi segunda hija, dejé de trabajar durante más de 10 años. Comencé a meterme en distintas ONGs según los grados de interés que iba teniendo, hasta que me fui inmiscuyendo en política porque no era suficiente con la buena voluntad de las ONGs. Empecé en G25 que es un grupo que intenta hacer de puente para que personas éticas y capaces del sector privado asuman responsabilidades públicas y luego empecé G25 mujeres porque en la primera reunión del grupo eran 27 varones y yo (risas). Empecé entonces con una reunioncita en mi casa y fue creciendo. Hoy tenemos un grupo de Facebook de 12 mil mujeres. Me fui metiendo en los temas de género y noté que faltaban desde el Estado iniciativas en lo que hace la autonomía económica de las mujeres, por eso llevé la iniciativa al Ministerio de la Producción y ahí estamos comenzando el Centro Económica de Desarrollo de la Mujer. 

En la Argentina, en cuanto a derechos tenemos igualdad, pero cuando se saca la foto de participación en la economía y de brecha salarial por alguna razón no hay igualdad. Por eso el Estado tiene que intervenir. Creo que es importante diferenciar las experiencias personales y saber que esa brecha se achica muchísimo en los cargos más altos pero no en los de abajo. Tenemos que tener especial cuidado porque si no muchas mujeres dicen "soy yo la que tengo el problema". 

Periodista.: ¿La vida personal suele ser un impedimento para el desarrollo profesional?

Helena: La primera crisis que podemos ver en la vida profesional o laborar de una mujer es la compatibilidad con la vida privada. Hay un estudio sobre madres argentinas de donde surge que del tiempo de cuidado a niños o adultos mayores de la familia, el 60% se ocupan las madres, el 20% los padres, y del otro 20%, 16% otras mujeres y 4% otros hombres. Las mujeres argentinas dedicamos 3 horas más por día a estos trabajos no remunerados. Hay visiones progresistas que dicen que hay que empezar a pagar ese trabajo. 

Periodista: ¿Sienten que están bien remuneradas?

Mariela: Dentro de MercadoLibre no hay diferencias de remuneración. Sí es en parte cierto que en la medida que la pirámide se achica las posiciones son hoy de hombres, pero es parte de una construcción que se está dando en la compañía y a nivel país en general. Coincido con Helena en las dificultades que tienen las mujeres para tener acceso o para mantener un puesto. Yo no tengo hijos, es un sueño pendiente, pero hay muchas mujeres que están ascendiendo a posiciones muy altas y me causa admiración como con una familia y cumpliendo con sus hijos pueden llevar adelante ese rol de liderazgo. Creo que es cuestión de tiempo, las condiciones de igualdad se dan, y se va a dar naturalmente porque hay mujeres muy talentosas.

Helena: Además de ser un tema de derechos e igualdad, interesa desde lo productivo y lo económico. Hay un estudio que dice que cuando las brechas de participación en la economía y salarial entre hombres y mujeres desaparezca significará un crecimiento del PBI global del 11% y para Latinoamérica del 14%. En Chile, el Ministerio de Economía hizo un estudio en donde por cada 100 mil mujeres que se incorporen a la economía significa un crecimiento del 0,7% del PBI. Cabe aclarar que las medidas para que se incorporen las mujeres son baratas y políticamente correctas. Con 

lo cual como país tenemos una enorme oportunidad con impacto en lo económico y en lo social.

Periodista: ¿Para lograr esa inserción de la mujer no habría que generar un cambio cultural?

Helena: Absolutamente. En el mundo la tendencia es ir a la corresponsabilidad dentro de la familia. Es un movimiento que es lento y profundo porque todos nacimos dentro de este mudo y las parcialidades que tenemos son a nivel inconsciente, entonces como Estado tenemos la obligación de ir mostrando y sin culpa. De a poco ir concientizando es clave, y lo debe hacer el Estado.

Raquel: En cuanto al cambio de las pautas culturales, obviamente que el Estado tiene un rol importante pero a nosotras nos toca estar en el mundo empresarial y también tenemos una responsabilidad. Hablo de cómo a través de ciertas políticas incorporamos a la mujer también considerando la maternidad como un hito en la vida de cualquiera de nosotras. En otras palabras, cómo la empresa permite que esa mujer pueda tener disponibilidad a la hora de ser mamá. No puede ser que al momento de contratar a alguien, aún en algunos casos sea cuestionable la posibilidad de que en el futuro alguien va a ser mamá.

Mariana: Hay una cuestión cultural y social mucho más profunda del rol de la mujer, de la madre, que no es un cambio inmediato. Es importante lo que se haga desde el Estado pero también hay una necesidad que desde lo privado se articule esta flexibilidad. En mi caso, no soy mamá pero no veo una dificultad de crecer dentro de la compañía siendo mujer. La maternidad es el momento clave en donde cambia la carrera profesional. Ahí es importante que desde las empresas se ayude a construir este puente. En Kimberly tenemos dos momentos en ese sentido. Primero cómo ayudamos a la mujer a que se reincorpore después de la licencia. Lo que hacemos es que se vayan reincorporando gradualmente, de a una hora más a medida que el bebé va creciendo. Para los partos múltiples tenemos otra flexibilidad. Y desde el año pasado aplicamos para las mamás que están en época de lactancia y que tienen que viajar por temas de negocios, la posibilidad de que puedan decir que "no", pero si quieren viajar la empresa se hace cargo de pagarles un acompañante.

Periodista: ¿Es importante la articulación público-privado?

Helena: Sin dudas. Hay que trabajar con las empresas iniciativas en conjunto. De hecho, hicimos un estudio junto con la Bolsa de Comercio y la CNV sobre la participación de mujeres en los directorios. Se va a dar un reconocimiento a las firmas que tienen más mujeres. En la Argentina estamos muy mal, estamos peor que en Chile, Colombia y México. Un dato interesante es que está probado que las empresas que tienen al menos el 30% de mujeres en cargos ejecutivos tienen un alza en su rentabilidad. 

Raquel: En Kimberly tenemos mujeres en puestos de liderazgo. Va oscilando pero entre un 20% y un 40% estamos en posiciones de liderazgo. Es un porcentaje que no está por cuotas pero se da por una política de la compañía.

Periodista: ¿No creen que la solución sea la obligación de una cuota femenina?

Helena: Trato de ver lo que ha funcionado en el mundo y por lo menos en este punto sigo el ejemplo de Davies Report, de Inglaterra, que funcionó bien al publicar todos los años el ranking de las empresas con presencia de mujeres. Es una tendencia y es políticamente correcto. También está demostrado que mejora la rentabilidad.

Mariela: Una cuota es una imposición. A las posiciones de liderazgo tienen que llegar las personas idóneas, indistintamente de si son hombres o mujeres. Por eso es importante que desde el Estado se difunda la información y se acompañe a las empresas que todavía no tomaron conciencia de esto.

Periodista: ¿Qué le aportan al management de una empresa?

Mariela: Sensibilidad (risas). Pero para mí hay hombres que también la tienen y es un piropo que me gusta decirles. Las mujeres lo tenemos desarrollado y socialmente se nos permite, pero al hombre mostrar que está sensitivo a una necesidad de otro no está tan permitido. Yo me preocupo mucho por entender sutilezas. Si a tu expertise le sumás la intuición está garantizado el éxito.

Mariela: No sé si todas las mujeres aportan la misma cualidad, pero es importante sumar otra mirada.

Helena: Cuando hay mujeres baja la hostilidad y se piensa mejor, y además tiende a haber más transparencia. Por eso hay casos de mesas de hombres que no dejan entrar a mujeres porque hay como ese ambiente de vestuario de fútbol con códigos. Ahí hay un aporte que puede ser disruptivo, las mujeres tendemos a hacer más controles y tenemos más aversión al riesgo. Las empresas que no se adecuen a este nuevo mundo no van a prosperar.

Raquel: Se está dando que los trabajadores esperan un cambio del estilo de liderazgo de sus jefes. Ahí la mujer tiene mucho que aportar. Los jóvenes que ingresan a las empresas como los millenians buscan propósitos en las empresas pero también otro estilo de liderazgo.

Periodista: ¿A nivel de inserción femenina hay un cambio de tendencia en la Argentina?

Helena: Sí. Con respecto a la tasa de participación estamos en el 47,2% en el segundo trimestre de 2016 pero venimos subiendo. Ahora también es cierto que el tipo de trabajo que tienen las mujeres primero está sesgado a ciertos sectores como casas particulares, enseñanza, trabajos sociales y salud, entonces ahí hay un trabajo de fondo para incentivar a las chicas desde los 12 años que empiecen a tener interés por otras carreras. Otro problema es que las mujeres son las que tienen más trabajo informal y peor pago. 

Mariela: Una foto interesante es que si uno ve a las empresas una por una, va a ver que en el top one de dirección hay menos mujeres, pero en el top two ya es distinto el número. En el board de Kimberly, que son 7, hoy hay 2 mujeres; en el segundo nivel más de la mitad de ese board son mujeres. Hoy un cambio de tendencia es una cuestión de tiempo.

Helena: El tema es que se está probando que el tiempo es mucho más largo del que se esperaba y las políticas que hoy se están llevando a cabo lamentablemente no aceleran esos tiempos.

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