“Para estudiantes y docentes, el boleto debe ser gratuito”

“Para estudiantes y docentes, el boleto debe ser gratuito”
En busca de sumar una propuesta más para promover el libre acceso a la educación y a la enseñanza en nuestra ciudad, el concejal justicialista Darío Espinosa presentó esta mañana un proyecto de ordenanza para que el boleto estudiantil sea completamente gratuito.

El concejal, la semana pasada, había insistido que el servicio de transporte público de pasajeros debía expandir sus recorridos y sus frecuencias a todos los barrios de la periferia de la ciudad, de este modo –explicaba Espinosa– su carácter de “público” se le debiera sumar el concepto de“igualdad” para aquellos vecinos que, en los últimos años, se han asentado en las nuevas barriadas; lejanas hoy a cualquier parada de colectivo.

“El boleto estudiantil debe ser gratis para evitar el costo económico directo al derecho reconocido de libre acceso a la educación” argumentó Espinosa, antes de afirmar que hoy a primera hora había presentado el proyecto de ordenanza en Concejo Deliberante. Consideró que son cuestiones fundamentales a implementar cuando la sociedad expone por “donde se mire” la necesidad de más educación y más enseñanza: “la escuela es una contención social en una comunidad que se muestra cada vez menos tolerante; entonces habrá que hacer todo lo posible para no obstaculizar el acceso a la escuela y a la educación”.

El proyecto pretende sumar a los docentes con el beneficio. Se detalla también que el boleto gratuito será válido dependiendo de horarios y de zonas (de la escuela a la que se asiste y también del domicilio del beneficiado). No sería válido para los fines de semana, tampoco para otros recorridos.

La semana pasada la “Agrupación Compromiso Universitario” había presentado una nota al Bloque PJ del Concejo Deliberante requiriendo se tratara este pedido de “boleto estudiante gratuito”, con los fundamentos de los gastos elevados que significa estudiar “aún asistiendo a una institución pública”. Aquellos que deben alquilar una vivienda o pensión (gran parte de la matrícula universitaria pertenece al interior de la provincia, de la Patagonia e incluso de países limítrofes), el pago de los demás servicios (luz, gas, telefónia…), la canasta alimentaria, las fotocopias de módulos, libros y demás; y a eso se le agrega los pasajes de colectivo que, en algunos casos, alcanzan hasta ocho viajes por día.

“Es cierto que hace años está congelado el valor del boleto mínimo de pasajeros, pero también es cierto que este sector de la sociedad, el de la educación, espera apoyos y promociones para continuar con la tarea. No podemos pensar nada más que en eso, apoyar y promover la educación. En ellos están puestas nuestras esperanzas de mejorar”; concluyó Darío Espinosa.

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