Dedicado full time a contar su plan de gobierno como una forma de reclamar un lugar en la campaña y diferenciarse de los "candidatos del silencio", como llama a Daniel Scioli y Mauricio Macri, Sergio Massa se entregó ayer a un nuevo round de propuestas junto con su equipo de economistas y su compañero de fórmula, el salteño Gustavo Sáenz.

De un tirón, y mientras el universo político giraba en torno al cierre de la campaña porteña y el apartamiento del juez federal Claudio Bonadio de la causa Hotesur, el tigrense presentó su programa para el desarrollo de los sectores agropecuario, industrial y de infraestructura.

Para el agro, el plan se diferenció de la propuesta presentada por Massa en enero de 2014 porque elimina totalmente las retenciones al trigo, maíz y girasol, reduce a la mitad el resto de los cultivos y la carne, y baja un 5% las retenciones a la soja, lo que permite descontar ese porcentaje como anticipo de Ganancias (ver Campo).

La eliminación de retenciones y la exención de Ganancias se extiende a las pymes que reinviertan utilidades, medidas que, para el sector industrial, van acompañadas por un sistema de financiamiento blando y la derogación de la ley de abastecimiento, entre otras propuestas.

El núcleo del plan de infraestructura presentado ayer (centrado en energía, transporte y puertos) pasa por "generar reglas estables a cinco y diez años que den seguridad y atraigan inversiones", señaló Massa.

"La Argentina tiene que salir de esta etapa de estancamiento e ir a la etapa del crecimiento", continuó. Para volver a marcar diferencias con Macri y Scioli, indicó que su equipo busca el "equilibrio" mientras otros buscan que los "empresarios copen el Estado" o quieren "un Estado que es socio bobo sólo en las ganancias de los productores".

La inflación también se coló entre los anuncios: Massa planteó que el programa elaborado por sus economistas prevé reducir la inflación a un dígito en 26 meses. "El que diga otra cosa está pensando en ajustar brutalmente sobre el salario de los trabajadores", advirtió.

"En un país que sistemáticamente quiere soluciones mágicas, nosotros consolidamos un equipo y propuestas para gobernar", argumentó al comenzar su discurso, que fue antecedido en el atril por el economista Roberto Lavagna, la carta que el tigrense buscará exhibir cada día que resta de la campaña para contagiar solidez a sus propuestas. "En este mundo tan dominado por el marketing y los globitos, el Frente Renovador introdujo sustancia", acompañó el ex ministro de Economía.

También se subieron al escenario los economistas Ricardo Delgado, Marco Lavagna y Aldo Pignanelli, el ex titular de Coninagro Carlos Garetto y el vicepresidente de la Federación Agraria, Jorge Solmi. Completaron el combo los legisladores nacionales Alberto Roberti y Gilberto Alegre, más los bonaerenses Jorge Sarghini y Jorge D'Onofrio, además del periodista especializado en medio ambiente Sergio Federovisky.

Esa apuesta por mostrar respaldo a sus propuestas le jugó una mala pasada al tigrense: había más personas en el escenario que periodistas en el salón de la conferencia, más preocupados ayer por el fin de la campaña porteña y las novedades en Comodoro Py. Para disimular, los organizadores quitaron sillas y ocuparon otras con dirigentes. Una falla permanente en el sonido durante los discursos completó la pesadilla para Massa, que bromeó con el sonidista para pasar el mal rato..