Para no darles de comer a los buitres

Para no darles de comer a los buitres

La iniciativa establece que los activos del BCRA en el exterior y los de las autoridades monetarias de otros países en Argentina serán inembargables. El objetivo central es permitir el financiamiento de China para las represas Kirchner y Cepernic.

El Senado votó ayer por unanimidad el proyecto que establece la inmunidad de ejecución a los Bancos Centrales extranjeros en el país y a los activos del BCRA en el exterior, previa firma de acuerdos con esas naciones. El oficialismo y la oposición reunieron 55 votos afirmativos. Por la mañana, el titular de la autoridad monetaria, Juan Carlos Fábrega, estuvo reunido con Miguel Angel Pichetto, presidente del bloque oficialista, y la responsable de la Comisión de Economía, Laura Montero (UCR), a quienes les explicó que el principal objetivo del proyecto es poder garantizar la inmunidad de las reservas de China, cuyo presidente visitará el país en breve para anunciar la financiación de las dos represas hidroeléctricas que se están construyendo en Santa Cruz. La medida apunta a evitar cualquier embargo por parte de los fondos buitre. Como el proyecto establece que se deberán firmar convenios de reciprocidad, dicha inmunidad podría servir para proteger de embargos los futuros pagos al Club de París.

La sesión fue convocada a las 14. La oposición especulaba con que sería presidida por el vicepresidente Amado Boudou, pero finalmente el encuentro estuvo a cargo de Gerardo Zamora, presidente provisional del Senado. El oficialismo evitó que la oposición empañase con sus pedidos de licencia hacia Boudou la aprobación de un proyecto que, dada la actual coyuntura, se presenta como clave. La iniciativa debía ser habilitada sobre tablas, con dos tercios de la totalidad de la cámara, ya que había recibido el dictamen de la Comisión de Economía horas antes, por lo que no habían pasado los siete días reglamentarios. A cambio de ese aval, el proyecto tuvo algunas modificaciones en su articulado.

En derecho internacional se distingue entre inmunidad de jurisdicción e inmunidad de ejecución. La primera impide que un Estado sea llevado a juicio ante los tribunales de otro. La segunda impide que los activos de un país puedan inmovilizarse o utilizarse en otro para satisfacer una sentencia en su contra.

“Se entiende conveniente la incorporación a la legislación argentina sobre inmunidad de las protecciones necesarias que contemplen la situación particular de los bancos centrales extranjeros que pretendan invertir sus reservas en el país. La inmunidad será aplicable en la misma medida en que los activos del Banco Central de la República Argentina, en su calidad de autoridad monetaria, gocen de inmunidad conforme la legislación del país al cual pertenece el Banco Central extranjero o la autoridad monetaria extranjera de que se trate”, puede leerse en los fundamentos de la iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo.

Cuando arrancó la sesión, Pichetto anunció cambios en dos de los artículos del proyecto. Básicamente, la oposición había solicitado que los acuerdos bilaterales entre bancos centrales no resultasen en una facultad delegada del Congreso hacia la autoridad monetaria. Para mejorar la redacción de la iniciativa, los senadores acordaron el siguiente articulado: “El BCRA suscribirá los correspondientes instrumentos internacionales dentro del marco y atribuciones de la presente ley y del artículo 4º de la ley 24.144 (Carta Orgánica del BCRA)”.

El presidente de China, Xi Jinping, arribará al país el próximo 19 de julio para dar inicio a la mayor inversión de China en el extranjero: la construcción de las represas santacruceñas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, además de inversiones en el Belgrano Cargas. Será a través de empresas estatales. Como gesto geopolítico, el gobierno nacional se apresuró a enviar un proyecto de ley para dar la señal de que las inversiones chinas estarán resguardadas de cualquier embargo que sea solicitado por los fondos buitre. Así se lo explicó Fábrega a Pichetto y Montero, en una reunión previa al dictamen elaborado por la Comisión de Economía.

El proyecto también está pensado como una señal política hacia al conjunto de países que apoyan a la Argentina en la puja con los fondos buitre y sobre todo ante el posible pago de la deuda con el Club de París. Según recordó ante este diario Arnaldo Bocco, ex director del BCRA, cuando se canceló la deuda con el FMI se lo hizo a través de once bancos centrales. De ahí la necesidad de aprobar este proyecto.

El texto, que será debatido la semana próxima en Diputados, recoge una extensa jurisprudencia sobre la inmunidad de ejecución, por ejemplo la de Estados Unidos (1976), Reino Unido (1978), Sudáfrica (1981), Canadá (1982) y Australia (1985).

“Este proyecto busca resguardar a la Argentina de medidas coercitivas, como la de los fondos buitre. Creemos que es necesaria esta protección, pero también es hora que el Congreso cumpla con el fallo del juez Ballestero e investigue la legitimidad de la deuda externa”, sostuvo María Magdalena Odarda (Alianza Frente ProgresistaRío Negro), quien acompañó el proyecto. El PRO también acompañó. El senador Diego Santilli cuestionó la brevedad del tratamiento legislativo, pero avaló los cambios acordados entre el oficialismo y la oposición.

Quien dio la nota de la jornada fue el radical Eugenio “Nito” Artaza. “No vine al Congreso para darle inmunidad a los bancos, para darle inmunidad a los que parecen ser los privilegiados del mundo. Por este motivo le pido permiso a mi bloque para votar en contra”, sostuvo el radical. Acto seguido, Gerardo Morales le contestó: “Nosotros no le dimos ningún permiso al senador, pero que haga lo que quiera”. Finalmente, al momento de votar, Artaza se ausentó del recinto.

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