Para Cristina, el espionaje de EE.UU. “afectó a toda la región”

Para Cristina, el espionaje de EE.UU. “afectó a toda la región”
“No sólo afectó a Brasil”, dijo la Presidenta, luego de reunirse en Nueva York con su par brasileña, Dilma Rousseff. Las mandatarias también hablaron de posibles reformas al Consejo de Seguridad.
Pocos minutos después de reunirse con Dilma Rousseff durante casi una hora en Nueva York, Cristina Kirchner condenó anoche el espionaje de los servicios secretos estadounidenses que sufrió la presidenta de Brasil. “El espionaje no sólo afectó a Brasil: afecta a toda la región”, dijo Cristina. Fue la declaración más resonante de su primer día en la ciudad que alberga la sede central de la Organización de las Naciones Unidas, donde Cristina hablará hoy a las siete de la tarde hora argentina.

El encuentro con Rousseff fue una visita de Cristina al hotel St. Regis, el lugar que eligió Dilma para alojarse, en la calle 55 a pocos pasos de la Quinta Avenida.

La reunión terminó llenando una agenda despoblada para las dos presidentas. La brasileña se reunió sólo con la argentina y el ex presidente estadounidense Bill Clinton. Y la actividad de Cristina se limitó a la cita con Dilma, a una charla de última hora con el empresario argentino Eduardo Eurnekian y a un encuentro que tuvo a las 4 y media de la tarde con Luis Alberto Moreno, titular del Banco Interamericano de Desarrollo (ver Fondos ...).

Cristina llegó a su encuentro con Rousseff cruzando el endiablado tráfico de la hora pico neoyorkina. El viaje desde su hotel -el lujoso y moderno Mandarin Oriental, con una imponente vista hacia el Central Park- hasta el aristocrático St. Regis toma diez minutos de caminata, pero en auto a las 7 de la tarde lleva más de media hora.

En el encuentro en el primer piso del hotel con Dilma, las dos presidentas hablaron largamente del episodio de espionaje a los correos electrónicos de la presidenta brasileña por parte de la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos.

“Son actitudes que no ayudan a crear una buena relación”, consideró Cristina, y agregó que son “cosas que creíamos definitivamente superadas”.

La Presidenta también se refirió a la decisión de Rousseff de suspender, por ese conflicto del espionaje, su visita oficial a los Estados Unidos. “ Fue una actitud de dignidad y respeto a la soberanía de su país ”, dijo Cristina.

La Presidenta se vistió para la ocasión con camisa y blusa negros, con detalles en dorado. Habló con la prensa argentina y brasileña en la puerta del St. Regis, luego de la reunión con Dilma. Allí agregó que estos hechos “ afectan la dignidad de la región en general”. En ese sentido, recordó el episodio ocurrido al avión del presidente boliviano Evo Morales mientras volaba cielos europeos, así como aquel sucedido pocos días atrás con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cuando quiso atravesar espacio aéreo de Puerto Rico, por el cual “luego pidieron disculpas”. “Son actitudes que no ayudan a crear una buena relación, un buen clima, porque nadie quiere pelearse con nadie”, destacó la Presidenta.

Además de la agenda regional, que suele aparecer en cada reunión bilateral, la charla con Rousseff también tocó otro tema que separa a los dos países de Estados Unidos: la forma en que se toman decisiones relevantes dentro de las Naciones Unidas.

“También hablamos con Dilma de que hay que reformar el Consejo de Seguridad. La población siria estaba esperando a ver qué resolvían dos o tres países”, explicó Cristina en el encuentro con periodistas argentinos y brasileños -Dilma no se dejó ver en todo el día- en la vereda del hotel, con el paso lento de los icónicos taxis amarillos y las omnipresentes vans negras de los equipos de seguridad de los mandatarios como paisaje de fondo.

Allí, poco antes de subirse al auto que la llevaría de vuelta a su suite del Mandarin Oriental, Cristina adelantó parte de lo que será su discurso de hoy.

“Venimos a plantear una condena a los fondos buitre.

Vamos a hablar de los buitres de la deuda y los halcones de la guerra”, avisó.

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