Imaginate que se enfrentan el primero contra el segundo, separados por apenas dos puntos, en un partido que puede terminar de definir la tendencia en el campeonato. Agrandá el combo: los principales candidatos tienen además una rivalidad histórica entre sí y no falta encuentro entre los hinchas en los que se remarque la confusa procedencia del barrio de unos mientras los otros se adjudican la paternidad sobre ellos.

¿Te parece poco? Es la previa del partido de cada uno ante el clásico de toda su vida. Ya está muchachos, ahórrense gastos de producción y manden todas las cámaras a la Bombonera. Boca-San Lorenzo, teniendo en cuenta los almuerzos en familia, es lo único que importa del domingo.

Hoy hay que ganar, piensa Bauza -más conocido como el Patón-. Aunque haya reconocido que se conforma con “cuatro de seis” en estas finales que lo enfrentan primero con el líder y después con Huracán, sabe que el partido a ganar es este: le permitiría agarrar la punta que Boca amaga a no largar más si suma de a tres (extendería la ventaja a cinco puntos con 21 por jugarse). No será fácil. Tendrá que ingeniárselas para suplir una ausencia y media: Emmanuel Más, clave en el fondo, está con la Selección. Ortigoza volvió e iría al banco...

Hoy hay que ganar, Vasco. Vos lo sabés, los jugadores lo saben, Boca lo necesita. El triunfo y el título (más que lo que un borracho necesita un bar, un ciego imaginar y todas esas cosas que explican Los Piojos). Decís que no es un partido decisivo por una cuestión conceptual, pero sabés que puede empezar a definir el camino a corto y a largo plazo.

¿O no sacarías chapa de campeón? ¿O es lo mismo llegar al Monumental derrotado que ganador? Tus números avasallantes en general flaquean en clásicos e instancias decisivas. Estas dos finales son una buena oportunidad para empezar a dar vuelta la historia. No será una cuestión sencilla, claro. Tevez es irremplazable para la Juventus y su billetera, nadie puede pretender que su ausencia pase inadvertida cuando se lo lleva el Tata. El tema es que tampoco estará Gago, el cerebro del medio. Y tampoco Lodeiro, suplente en los papeles pero con nivel de Primer Mundo cuando le toca jugar.

A Fuenzalida, para ser buenos, se lo menciona por respeto y por su trayectoria. ¿Surgirá algún héroe inesperado? Si es Bentancur, no será sorpresa. Desde hace rato que propios y extraños lo vienen marcando como una de las principales promesas del fútbol argentino...