“La obra consta de dos partes: la impulsión que se hizo el año pasado con el tanque y todo, pero falta la otra mitad, que haya agua en las canillas”, expresó Albornoz y aclaró que ya se lo había comunicado a Lunghi y que creía que este año se le iba a dar mayor importancia, pero “esto es una desilusión más”.

Expuso que el tramo que se adicionará, de poco más de 600 metros, no bastará para propiciarle agua a los vecinos del barrio, ya que falta toda la red de distribución en las calles: “No pedimos las domiciliarias, estamos hablando de que pase el caño por la calle, algo que venimos pidiendo desde hace más de 10 años”.

“Vamos a tener un año más sin agua en el barrio”, expresó disconforme ante el plan de obras que presentó el intendente, el cual le parece una vergüenza, por lo que Albornoz dijo que mañana pedirán una audiencia con Lunghi.