El Papa recibió a la sudanesa condenada a muerte por casarse con un católico

El Papa recibió a la sudanesa condenada a muerte por casarse con un católico

La persecución de las minorías cristianas La joven de 27 años, Mariam Ishaq, fue salvada por una movilizacion internacional. Llegó a Roma en un avión oficial italiano junto con su familia.

La joven sudanesa Meriam Ibrahim Ishaq, de 27 años, condenada a muerte por apostasía y adulterio por haberse casado con un católico, llegó sana y salva con su familia hoy jueves por la mañana a Roma en un avión del gobierno italiano y fue inmediatamente recibida por Francisco, quien le agradeció su "testimonio de fe y la constancia de su fe".

El encuentro duró media hora en un salón de la Casa de Santa Marta, el hotel interno Vaticano donde el Papa argentino se aloja y realiza una buena parte de sus actividades. "El clima fue de gran serenidad y entre ambos una bella conversación", dijo el portavoz pontificio, padre Federico Lombardi.

A las gracias de Francisco a Meriam, que tenía en brazos a Maya, la hija más pequeña de solo dos meses, que nació en la cárcel y que su madre debió parir con las piernas encadenadas, la joven sudanesa respondió con un agradecimiento "por el apoyo que siempre tuvo en su caso por parte de la Iglesia Católica".

"El diálogo directo entre el Papa y Meriam estaba previsto durante diez minutos, pero finalmente el encuentro se extendió alrededor de media hora", dijo el jesuita Lombardi. El vocero vaticano dijo que la reunión con Jorge Bergoglio con la joven sudanesa salvada de la horca a la que había sido condenada "significa una señal de cercanía para todos aquellos que sufren con motivo de su fe y la práctica de su fe. Es un gesto que va más allá del encuentro y se convierte en un símbolo".

El Papa argentino muestra una creciente preocupación por la persecución de las minorías cristianas en diversos países, especialmente del Medio Oriente y Africa. Un caso específico es el de Sudán, donde los cristianos son continuamente discriminados.

La aplicación de la "Sharía", la ley islámica en vigor desde 1983, prohíbe con la muerte que las mujeres sudanesas se casen con hombres de otra religión, especialmente los cristianos. Los hombres, en cambio, pueden hacerlo.

Meriam es hija de un musulmán que abandonó a la familia cuando tenía cinco años y fue criada en el cristianismo por su madre, una ortodoxa etíope. En 2011, Meriam se convirtió al catolicismo cuando se casó con Daniel Wani, un sudanés que es ciudadano norteamericano.

El 15 de mayo, una Corte de Jartum, la capital de Sudán, la condenó a la horca por apostasía (renegar de su religión) y adulterio por casarse con un cristiano, lo que está prohibido. Un juez pidió tres días después a la mujer que volviera a convertirse al Islam. Meriam respondió: "Yo nunca hice apostasía, siempre fui cristiana y no reniego de mi fe".

Poco después, el 27 de mayo, Meriam dio a luz a Maya en la cárcel de Ordurm. Por las condiciones precarias del parto, el marido dijo que temen que la beba tenga en el futuro problemas para caminar.

Aunque el tribunal decidió postergar por dos años la sentencia para que alimentara a la recién nacida, la sentencia (que incluía un centenar de latigazos por el adulterio) desató el horror y la reacción de las Naciones Unidas, Amnesty Internacional, muchas personalidades e instituciones privadas.

La presión internacional estimuló a que un tribunal de Apelaciones decidiera el 23 de junio liberar a Meriam considerándola inocente. Pero la joven fue arrestada con sus dos hijos y el marido 48 horas después en el aeropuerto de Jartum por "documentación no legal" cuando la familia intentaba abordar un avión a Estados Unidos.

Ayer, el primer ministro italiano fue a recibir a la familia sudanesa al aeropuerto de Ciampino y subió al avión oficial del gobierno de Roma a saludarla. Un subsecretario había viajado a Jartum tras una larga mediación.

El marido abandonó el avión media hora después porque se mueve en una silla de ruedas, según se pudo notar en las fotos en las que la familia aparece con el Papa Francisco. "Hoy es un día de fiesta", dijo el premier Renzi, quien informó a la prensa que dentro de dos días Meriam y su familia sudanesa partirán para Nueva York, gracias a la nacionalidad norteamericana del marido.

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