Ni el Papa pudo juntarlos para conversar

Ni el Papa pudo juntarlos para conversar

El inicio de las conversaciones entre el gobierno venezolano y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), anunciado por el Vaticano, previsto para que se llevara a cabo ayer, finalmente no se concretó.

La falta de acuerdo con el partido fundado por el encarcelado Leopoldo López impidió que la alianza opositora fuera unida al diálogo con el Gobierno venezolano, informaron fuentes del bloque opositor. Los principales partidos de la alianza opositora –Acción Democrática (AD), Primero Justicia (PJ), Voluntad Popular (VP) y Un Nuevo Tiempo (UNT)– tuvieron serias diferencias sobre los términos en los que debe aceptarse ese encuentro, indicaron las mismas fuentes.

Aunque al principio había expresado a la MUD su decisión de sumarse al diálogo, el partido de López, Voluntad Popular, cambió de opinión en las siguientes reuniones y en los últimos encuentros pidió, para sentarse a negociar, que el gobierno deje en libertad de 13 opositores presos.

Por su parte, Acción Democrática –formación liderada por el jefe del Parlamento, el opositor Henry Ramos Allup– expresó en las reuniones de la Unidad su deseo de que se produzcan las conversaciones con el gobierno de Nicolás Maduro.

Sin embargo, la alianza electoral que mantiene con Voluntad Popular desde las elecciones legislativas, que le permitió a Ramos Allup convertirse en el jefe del Parlamento, dilató la decisión de AD, que por todas las formas posibles evita romper con su pacto. Desde el lunes pasado, cuando se anunció el inicio de las conversaciones, la MUD ha sostenido varias reuniones para intentar, sin éxito, alcanzar un consenso.

Los últimos encuentros tuvieron lugar el sábado y ayer en la sede de la Nunciatura apostólica en Caracas y concluyeron sin un acuerdo definitivo. La exploración del diálogo se inició con el auspicio de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que designó al grupo de mediación integrado por el ex presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y los ex mandatarios de Panamá Martín Torrijos y de República Dominicana Leonel Fernández. En las últimas semanas se sumó a la mediación Emil Paul Tscherrig en representación del Vaticano, cumpliendo así una exigencia de la MUD para las conversaciones.

El alcalde metropolitano de Caracas, el opositor detenido Antonio Ledezma, pidió ayer a la MUD cuidar del desprestigio el proceso de diálogo que intenta entablar el gobierno. “La experiencia reciente obliga a la dirigencia de la Unidad a cuidar ese escenario del diálogo, vistas las poses engañosas de un régimen que se aprovecha indecorosamente de la buena fe de quienes han dado la cara una y otra vez, cuando se trata de arbitrar soluciones consensuadas a la crisis que mantiene a nuestro país en ascuas”, indicó Ledezma en un comunicado.

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