El Papa celebró la Pasión del Señor en el Vaticano

El Papa celebró la Pasión del Señor en el Vaticano
Francisco continúa con las actividades correspondientes a la Semana Santa. Por la noche participará del Vía Crucis en el Coliseo romano. Ayer lavó los pies de doce discapacitados.

El papa Francisco participó este Viernes Santo de la celbración de la Pasión del Señor en la capilla papal de la basílica de San Pedro, sin pronunciar catequesis y atendiendo a la incisiva homilía del predicador de la Casa Pontificia, quien criticó desde el púlpito a los hombres de poder y al "dios dinero".

Bergoglio, como ya hiciera el pasado año en su primer Viernes Santo como pontífice, volvió a postrarse en el suelo vestido con los paramentos rojos para orar con el rostro sobre un cojín de terciopelo ante el Altar de la Confesión, bajo el que descansan, según la Iglesia, los restos del apóstol San Pedro.

El color rojo de la vestimenta del papa, símbolo de la caridad, se emplea, además del Viernes Santo, en otras celebraciones, como el domingo de Pentecostés.

Para levantarse se sirvió de la ayuda de dos ceremonieros, al igual que ayer durante el rito del lavatorio de pies del Jueves Santo que tuvo lugar en un centro para discapacitados de la capital italiana.

Acto seguido se procedió a la lectura de la Pasión de Cristo, cantada por tres diáconos, acompasada por el Coro de la Capilla Sixtina y ante una cruz tapada con un velo rojo en el altar mayor del templo.

Tras la lectura, el predicador de la Casa Pontificia, el franciscano capuchino Raniero Cantalamessa, pronunció una incisiva homilía en la que aseguró que "el 'dios dinero' se encarga de castigarse a sí mismo y a sus propios adoradores".

En este sentido, criticó a aquellas personas que se han aprovechado de ocupar cargos de responsabilidad para amasar sus propias fortunas.

"Hombres colocados en puestos de responsabilidad que no sabían en qué banco o paraíso fiscal amasar los beneficios de su corrupción se han visto de pronto sentados en el banquillo de los acusados o en prisión. ¿Por qué lo han hecho? ¿Valía la pena? ¿Han beneficiado a sus familias?", preguntó Cantalamessa desde el púlpito.

Además, el capuchino subrayó que el verdadero anticristo es el dinero, "el dios visible".

"Lo dice claramente Jesús. Nadie puede servir a dos patrones. No podéis servir a Dios y a Mammón (término bíblico para representar la avaricia material). Detrás de cada mal de nuestra sociedad está el dinero", concluyó Cantalamessa.

El papa Francisco escuchó la homilía sentado con rostro severo bajo la escultura de San Pedro.

La Liturgia del Viernes Santo es la única del año en la que no hay consagración, pero sí comunión.

Ayer, jueves, el Papa ofició la misa de Jueves Santo que rememora la Última Cena y en la que , emulando a Jesús, lavó los pies a doce personas, en esta ocasión discapacitados de la fundación italiana Don Carlo Gnocchi, entre los que se encontraba un musulmán.

La ceremonia "In Coena Domini" transcurrió en el Centro Santa María de la Providencia, en el barrio de la periferia romana de Casal de Marmo, donde el papa argentino presidió su segundo Jueves Santo desde que fue elegido sucesor del Apóstol Pedro en marzo del pasado año.

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