Panorama Político Platense: El "día después", entre oxigenar la economía y reorganizar el Estado

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Por estos días, los distintos niveles del Estado siguieron ajustando tuercas para esperar un supuesto envión fuerte del COVID-19. Errores garrafales y aciertos inmensos fueron las vedettes del ´libreto que se va escribiendo sobre el escenario”, tal como definió el infectólogo Pedro Cahn al momento actual.

Por: Fabricio Moschettoni.

“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar” / Para qué sirve la utopía, Eduardo Galeano.

El libretista universal de este lío en el que estamos metidos tal vez haya querido enviar un mensaje, dar una señal fuerte para entender algunas reglas de juego que veníamos ignorando cada vez más al convertirnos en seres mecánicos, individualistas y superficiales. El creador posiblemente optó por una señal de advertencia, porque si quería ser más drástico hubiese dejado que nos impacte una enorme mole astronómica de esas que nos rozan frecuentemente y que hace 65 millones de años aniquiló a los dinosaurios. O peor aún, hubiese puesto freno de mano a su creación logrando una desaceleración en la rotación de la tierra que pase de 1700 kilómetros por hora a cero, y así todos salgamos volando a un punto tal que luego ni la mecánica cuántica podría servir para estudiar el suceso.

Estos días deben ser de reflexión para los que tenemos tiempo de hacerlo, y entender el importante llamado de atención que nos dejó shockeados. 

Hace un mes era impensado creer que los liberales estaríamos pidiendo emisión alocada y más presencia del Estado, al tiempo que los estatistas y populistas estarían a los gritos pidiéndole al presidente que no apague los pequeños motores de nuestra economía contemporánea porque si eso ocurre no se genera riqueza y por lo tanto no hay nada más para repartir. Cuando nuestra subsistencia como humanidad está en juego, ni los amantes de Adam Smith ni los de Karl Marx guardamos tanta fidelidad a sus doctrinas.

Pero vuelvo a esa definición brillante de Cahn sobre que el libreto se va a escribiendo en el escenario, y es la verdad. Ensayo y error todo el tiempo hasta que la obra llegue al acto final augurando un aplauso sostenido.

Y en esa modificación de valores que estamos teniendo es cuando hay que tratar con seriedad lo que viene en el día después, que será tan enormemente dificultoso como tal vez placentero poder realizarlo y ser protagonistas. Hace unos días vi un cartelito de esos que pululan por redes sociales en tiempos de cuarentena con un fragmento de Albert Einstein, que decía así: “No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura”. Y ahora, a eso voy.

Una señal económica

El presidente Alberto Fernández este sábado en Radio Mitre dejó algunas definiciones importantes sobre cómo se va a ir saliendo de la cuarentena en una semana, y entre ellas disparó ciertas definiciones económicas importantísimas como por ejemplo que el país no acudirá a los DEG (Derechos Especiales de Giro) que el Fondo Monetario Internacional está dispuesto a abrir, ni que tampoco le pedirá al organismo el segmento de casi 15 mil millones de dólares que está aprobado desde el gobierno anterior. Por ahora Fernández no quiere agravar más la situación de endeudamiento internacional. 

Sin embargo, el Estado va a necesitar financiarse de algún modo, sobre todo los subnacionales como son las provincias y los municipios. A este ritmo hay algunos caminos posibles y urgentes como son, por ejemplo, una emisión de dinero descontrolada pero necesaria para pagar obra pública y con eso no dejar que la economía doméstica estalle por falta de dinero en los bolsillos de la gente, y además para darle a las provincias una cuota parte de la impresión y que paguen servicios básicos como empleos públicos, seguridad, educación, salud y otras urgencias; o posiblemente habilitar a los estados provinciales a emitir bonos tipo los “Patacones” del pasado y así dar un elemento de valor a la gente y a las empresas.

O sea, las salidas anteriores son viables porque estamos en una guerra, de lo contrario serían reprobadas absolutamente. Pero la economía no se puede parar más porque como escribía en el panorama pasado, lo que no mata el virus lo va a hacer la falta de empleo, los quiebres repentinos de empresa, el estrés que esta situación nos provoca a todos, e inevitablemente un derivado psicológico que multiplicará dramas de dimensiones hasta ahora desconocidas y con luctuoso final.

En ese marco, los estados también se tendrán que preparar para reestructurarse, y nada será como antes.

La política y las “telecacerolas” de barrios acomodados

El domingo anterior por la noche, el Presidente le enrostró a Techint que estaba en falta por querer despedir 1450 operarios, y el mismo mensaje era para otros empresarios que estaban articulando picardía idéntica. Al otro día, y de manual, la respuesta de esa parte del establishment fue despiadada, y agitó por vía de algunos medios como los pertenecientes al infaltable Grupo Clarín una serie de “telecacerolazos”, a los que parte de la oposición de Juntos por el Cambio (un sector mínimo que no gestiona nada) y hasta aliados del partido de gobierno se prendieron.

Ese estallido ficticio de barrios acomodados de la Ciudad de Buenos Aires hizo rever posiciones a parte de la política nacional, como por ejemplo al titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, que operó algunos gestos de austeridad, a la Corte Suprema que se redujo un 25 por ciento de sus haberes, a la provincia de Mendoza a instrumentar algunas medidas similares, y a los municipios al ajustar cuestiones internas.

En ese marco, el intendente Julio Garro anunció una reducción de su sueldo en un 50 por ciento, el de sus secretarios en un 30 por ciento, subsecretarios en 20 por ciento y directores en un 10 por ciento, invitando también a los concejales a que hagan algo similar y a los miembros de la justicia de Faltas. En el caso local fue simbólico más que nada porque hay que decir una cuestión importante, y es que la Municipalidad de La Plata viene con salarios en su planta de funcionarios muy deprimidos si se los compara con otros municipalidades medianas o grandes, e incluso la mayoría de los directivos municipales perciben ingresos que están por debajo de la línea de la pobreza definida por el INDEC ( $ 40.790, según última medición publicada a mediados de marzo).

Además, hay otra cuestión que vale la pena resaltar con respecto a las transformaciones del Estado local. Cuando Garro asume su primer mandato lo hace con casi 400 funcionarios que dejó la administración de su antecesor, Pablo Bruera, y en un par de años logró bajar a menos de 200, en un achique fenomenal e histórico que sirvió para que le pueda dar forma a un Estado más rápido en capacidad de respuestas.

Si bien en diciembre último Garro aumentó la plantilla de secretarios, esa situación se entiende en parte porque a nivel nacional hubo una extensión enorme de ministerios desde la llegada de Alberto, y lo mismo se fue dando en Provincia de Buenos Aires, por lo que había que adecuar los estados locales a esa realidad. De todos modos, -y esto no es información, sino que solo deducción-, es posible que en los próximos meses el alcalde le termine dando forma a una plantilla más parecida a la de su primera gestión que a la actual, y la verdad es que si lo hace anota un gol a su favor.

La oportunidad que puede nacer de la crisis

Pero bien, además de la reestructuración que hagan los Estados, también hay cuestiones centrales en generación de políticas para discutir determinadas matrices económicas, y la situación crítica puede transformarse en una oportunidad local.

Siempre en esta columna fui reseñando que la Ciudad tenía que modificar su añeja matriz administrativista de sus orígenes a la que luego se le anexó la universitaria, y pasar a tener líneas de producción si es que quería seguir recibiendo más población.

¿Y si probamos con cuestiones fáciles y posibles?. ¡Allí vamos!.

Estoy seguro que es momento de hacer valer al área municipal de Producción, que debe trabajar mucho más junto a productores locales porque el mundo próximo necesita alimentos y nuestro país los tiene, y en ese marco la región cuenta con un cordón flori fruti hortícola que es el más importante en el contexto nacional y que está inexplotado. Es tiempo de generar valor agregado, o sea que a la producción primaria hay que transformarla en productos de mercado tanto para el abastecimiento interno como el externo. Los esfuerzos del Estado local deben estar puestos en inyectar capacitación y conseguir financiamiento para hacer que el producto de la tierra sea un modelo exportador y ahí tenemos una enorme cadena para ir sumando eslabones.

Otra arista para trabajar más tiene que ver con las diferentes gamas de cerveza artesanal que debe ser otro producto de conquistas de nuevos mercados, porque en la ciudad se potenció la actividad con calidad, pero falta la etapa de una comercialización con métodos agresivos y profesionalizados.

Estas dos ramas de la producción son mínimas pero necesarias para empezar a explorar nuevas fuentes de ingreso en la región, y generar divisas para que sean volcadas al mercado interno, las que combinadas con el estímulo al sector de la construcción que vendrá a partir del “mini Plan Marshall” que el Presidente tiene pensado con al menos cinco mil millones de pesos para obras destinados a municipios del área metropolitana, van a hacer que haya una recuperación económica doméstica más rápida que lo esperado inicialmente.

Pero es fundamental para la intendencia apuntalar el área de Producción, exigirla al máximo, darle más facultades, pero imponerle metas estrictas para empezar a ampliar la matriz económica local. Producción tiene que ser un agente de ventas, tiene que salir a conquistar mercados y a captar inversores, de eso se trata.

Otro punto importante que dio buenos resultados en la semana que pasó fueron los operativos de control de precios que hizo la Dirección de Defensa del Consumidor, sacudiendo nada más y nada menos que a una sucursal de Vea y a otra de Carrefour, e interviniendo sobre un entramado oscuro y perverso que se veía en el manejo de precios del Mercado Regional. Así, con cincuenta comercios sancionados en una semana, el área merece una consideración mayor en el futuro porque puede ser un aliado extraordinario para cuidar el bolsillo del vecino. La ciudad de La Plata es cara para vivir, y es un imperativo corregir esa situación para que la haga más competitiva y habitable.

A todo eso el Municipio debe tener políticas más agresivas para obtener recursos locales, como por ejemplo imponer tasas por publicidad y ocupación del espacio mucho más severas a empresas del sector financiero, que en tiempos de bonanzas tienen balances increíbles y en momentos de crisis logran resultados astronómicos producto de las prácticas usurarias que llevan adelante aprovechándose de las necesidades de la gente. Para los bancos y financieras hay que aplicar mayores tasas ordinarias y crear cargas extraordinarias, y además cobrarles cada metro cuadrado de ocupación de veredas por parte de los vecinos que deben hacer colas interminables.

Hay que optimizar también el área turística para que el EMATUR salga por el país a pelear plazas para que se hagan más congresos y seminarios en la Ciudad, hay que utilizar el Pasaje Dardo Rocha como fuente de ingresos para esos futuros eventos y facilitarlo al sector privado para que organice ferias y muestras de alto nivel, tenemos que preparar mejores ofertas hoteleras y gastronómicas, acompañar las mismas de una cartelera cultural y de espectáculos articulando el sector público con el privado, no tener miedo a imponer un modelo en donde el Estado genere oportunidades y el privado gane lo que tenga que ganar pero sea un aliado constante.

Para hacer este fondo de promoción de la ciudad hay que utilizar esos recursos que enumeré en párrafos anteriores provenientes del sector financiero. Hacerlo de manera transparente y eficiente.

El Estado local puede generar recursos para financiarse, y el desafío debe ser ese: optimizarlo más, hacer una cúpula gerencial eficiente, emprender, intentarlo, equivocarse y acertar, pero lo único que no se debe hacer es repetir esquemas fracasados de la política tradicional. Hoy más Estado es mayor apertura y búsqueda del complemento privado, y esa debe ser el valor real de la frase “es con todos”.

Para bien, La Plata tiene un intendente con mentalidad muy abierta y sumamente pragmático para hacer los cambios que hacen falta, lo escribí decenas de veces en esta columna, y además hay actores de la oposición con la misma inspiración y son los que deben entender que tienen la oportunidad de convertir esta crisis en el punto de despegue de la nueva capital provincial.

Hasta el próximo domingo.

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