Bianchi viajó como parte de la comitiva de San Luis que impulsaba la candidatura de La Punta, ciudad que terminó en segundo lugar – junto a Santiago de Chile – con 9 votos, pero lejos de la ganadora Lima (Perú), que consiguió 31 adhesiones.

“El presidente del COA tampoco estuvo con nosotros en el tema de Rosario. Él no quería que La Punta fuera candidata”, comenzó la legisladora nacional y relató: “Wertheim estuvo en la primera reunión que hizo el gobernador (Claudio Poggi) para hablar de los lineamientos. Cuando fuimos a ensayar, le avisaron al gobernador que no se sentía bien y se fue. Ahí fue donde el gobernador tomó absolutamente el protagonismo”.

“Dejó a la delegación golpeada”, agregó Bianchi y reconoció que nadie creyó en la descompostura de Wertheim. Incluso, confirmó que el pensamiento generalizado fue que había abandonado a la comitiva puntana con otra intención.

La diputada también apuntó a Morresi: “Estuvo como un palito, durito. Acompañó porque es una de sus funciones, pero no aportó, ni ayudó, ni colaboró; ni antes, ni durante, ni después”.

“Por eso el gobernador dijo que nos pusimos la camiseta Argentina al hombro”, remarcó Bianchi.

De todos modos, consideró que la participación de San Luis “fue altamente positiva porque competíamos con capitales de países; nuestra propuesta era que por primera vez se pensara en construir una ciudad deportiva en una ciudad chica, es decir, terminar con la elite de estos tipos de juegos”.