En la actualidad, y por varios motivos, esa metodología sería inaplicable n algunas provincias. En 8 provincias se aplicará. El distrito más importante en número. provincia de Buenos Aires no lo aplicará.

Las excusas argumentadas son la falta de educación tecnológica para fiscalizar, la costumbre instalada de votar en papel, la falta de conectividad de algunas regiones y las suspicacias que genera la metodología son algunos de los argumentos para poner en duda que el mecanismo de la boleta única electrónica sea mejor que el actual.

“Me parece que no puede ser”, dijo el ministro de Gobierno y Justicia, Pablo Bensusan. Y dio varias razones por las cuales es dificultoso pensar que ya desde 2017 se modifique esa forma de intervenir en los comicios por parte de la ciudadanía.

Bensusan contó que participó de varias de las reuniones convocadas por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, con la idea de debatir la llamada “reforma electoral”.

“Ellos hablan de una reforma política, pero a lo que más apuntan es a la implementación de la boleta única electrónica; se ha discutido en Diputados, han pasado entendidos en la materia y tiene varias críticas la parte tecnológica”, enumeró entre los varios fundamentos que desaconsejan lo que además es un multimillonario negocio.

El ministro contó que “en los países donde se ha desarrollado han vuelto a la boleta en papel, por la falta de fiscalización de la ciudadanía y los propios partidos, por lo dificultoso de lo tecnológico”.

Aceptó que en todo caso “es algo para estudiar y desarrollar”.

En Nación -comentó- “quieren que ya el año que viene se utilice en el 100% de las mesas. No es fácil, tiene que ser algo gradual, hay que cambiar la mentalidad del electorado que votó desde el ’83 a esta parte. Hay que ver además la conectividad, en provincias como La Pampa que tiene más de 80 localidades alejadas entre sí”, ejemplificó.

“Es algo que hay que desarrollar paulatinamente, tal vez empezar en las localidades más grandes, por ejemplo”, propuso.

Señaló la necesidad de encarar capacitaciones que “eduquen al electorado para que pueda desarrollar el voto electrónico de la manera más democrática posible”.

Cuando le hicieron notar la experiencia de la Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas, aclaró que “es otro tipo de voto electrónico”. Y enumeró: “Hay diferentes matices. En Salta y la ciudad de Buenos Aires se utiliza esa boleta única electrónica, que en realidad es una marca de una empresa en particular que es la dueña de software. Es una inversión de entre 100.000 y 120.000 urnas electrónicas, y cada cual vale unos 1.000 dólares. Es una inversión muy grande”, añadió.

Bensusan insistió en que el tema “es para debatir y celebro que se pueda actualizar el sistema, pero tampoco y más allá de casos en particular, es que la boleta en papel sea totalmente cuestionada. Resultaron electos de todos los partidos. No hay una crítica concreta. A lo mejor hay que modificarla, pero hay otras opciones, como la boleta única, pero de papel, con lo cual no estaría el problema de los fiscales ausentes, que es lo que les pasa a algunos partidos en determinadas zonas”, advirtió.

Finalmente, el funcionario provincial aceptó que el mecanismo ni siquiera es fiable. Y además afirmó: “El voto tiene que ser secreto, y con el voto electrónico queda un registro del número del elector y qué votó. Se puede determinar qué votó esa persona. También se apunta a eso, queda todo registrado y se puede perder el secreto del voto de un ciudadano”.

La Cámara Nacional Electoral definirá cuáles son los 8 distritos que votarán el año que viene con boleta electrónica, dando preferencia a lo que ya tuvieron experiencia en esta materia. Se descuenta que harán punta Salta, la Ciudad, Córdoba, Tierra del Fuego, Chaco, entre otras. Y que la Provincia de Buenos Aires no entrará en el nuevo sistema en 2017. El oficialismo y la oposición debaten aún si la boleta electrónica en aplicará en todo el país en 2019, o 2021.