Por las palomas, hay más vinchucas en las zonas urbanas

Por las palomas, hay más vinchucas en las zonas urbanas
Una tendencia que crece en la región de Cuyo. Señalan que es poco común que el insecto que convive con el ave transmita el mal de Chagas.

Los edificios de altura en la ciudad de San Luis se han convertido en un hábitat ideal para las palomas, que a su vez traen un "inquilino" que nadie quiere tener. El jefe del Programa de Epidemiologia y Bioestadística, Cristian Cano, señaló que las aves atraen a las vinchucas y que por eso, es cada vez más frecuente ver al insecto en zonas urbanas.

Las palomas además, pueden contagiar otras enfermedades como el piojillo y la psitacosis.

“Éste es un fenómeno que se está viendo cada vez más en la capital en los últimos cinco años. El problema está en que la paloma trae del campo entre sus alas a la vinchuca, o la ninfa del insecto”, afirmó Cano, quién indicó que esta ave está muy adaptada en todo el mundo.

Nadie quiere ver una vinchuca en su casa o departamento. Sin embargo, no hay que alarmarse, ya que es infrecuente que el insecto que convive con el animal tenga la enfermedad de Chagas. “Generalmente no está infectada porque la sangre del ave de la que se alimenta no tiene el parásito”, afirmó Cano, aunque subrayó que siempre existe un riesgo porque “de una población de 150 a 200 vinchucas vos no podés saber si todas dan negativo”.

Otro factor que disminuye el peligro en las ciudades pasa porque la buena calidad de construcción de la mayoría de los hogares no permite que el invertebrado encuentre un hábitat adecuado para vivir (y pasar desapercibido).

“En zonas urbanas la vinchuca es avistada rápidamente por los habitantes del domicilio. El riesgo en las viviendas rurales o más precarias es que justamente cuesta verla porque se esconde en escondrijos”, distinguió el funcionario.

Las aves ayudan a que las vinchucas sean una fauna más frecuente en las ciudades, aunque el viento, los veranos secos, y los otoños que transcurren sin manifestar un descenso muy marcado en las temperaturas (el insecto inhibe su metabolismo y reproducción por debajo de los 15 grados); son otros factores que propician la invasión ocasional de estos visitantes indeseados.

“Después de veranos húmedos no es común que tengamos tantas denuncias de invasión”, contrastó el jefe del programa de Epidemiología y Bioestadística, quien señaló que igualmente no hay que confundir este concepto con el de colonización, que es cuando ya está instalado en un determinado lugar y en todos sus estadios evolutivos (adultas, de edad pequeña, etcétera).

La llegada de las vinchucas a las zonas de mayor crecimiento demográfico no es un fenómeno privativo de San Luis. En la ciudad de San Juan las han encontrado en los departamentos y en la capital mendocina el insecto también ha aparecido en varios edificios del microcentro y la región metropolitana.

Además de ser un posible vehículo para la transmisión del mal de Chagas, las palomas pueden contagiar otras enfermedades como el piojillo y la psitacosis.

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