El 90% de los padres está de acuerdo con la educación sexual escolar en la Argentina

El 90% de los padres está de acuerdo con la educación sexual escolar en la Argentina
Se relevaron 23 mil hogares en todo el país. Es el primer trabajo de estas características, en el que participaron también las universidades de Tres de Febrero y La Matanza. Cuanto mayores son los hijos, mayor es el consenso.
Más del 90% de los padres está de acuerdo con que sus hijos reciban educación sexual en la escuela a partir de los siete años de edad. Así lo indica la primera encuesta nacional sobre condiciones de vida de niñez y adolescencia (ECOVNA), del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el Fondo de Población para la Infancia de Naciones Unidas (Unicef), basado en un relevamiento que el organismo internacional ya hizo en 100 países.

Se trata de una investigación inédita para el país, en la cual participaron representantes de las universidades de Tres de Febrero y de La Matanza, que relevaron 23 mil hogares de localidades de 5000 habitantes o más.

Aunque hay consenso entre los adultos respecto de la educación sexual en las escuelas, el acuerdo es mayor a medida que se incrementa la edad de sus hijos. El estudio reveló que "en el segmento de 14 a 17 años, el 96,2% de los adultos consultados está de acuerdo con que se brinde información sobre salud sexual en la escuela; este porcentaje sigue siendo elevado para las franjas de 10 a 13 (93,8%) y de 4 a 9 años (85,8%)"

Respecto de los que no tienen una opinión formada sobre el asunto, las dudas suelen presentarse en mayor proporción en relación a los hijos más chicos (de 5 a 9 años). Dice el informe: "En el segmento de 10 a 13 años, la proporción más alta de adultos encargados de la crianza que no tienen una posición asumida se registra en la región de Cuyo (3,8%). En la franja de 5 a 9 años, esta región se ve acompañada por NEA, Centro, Buenos Aires interior, NOA y Patagonia Norte, todas por encima del 3 por ciento".

El análisis del trabajo establece "un indicador relevante para la Argentina en la medida en que, gracias a la Ley 26.150, sancionada en 2006, las niñas, niños y adolescentes tienen el derecho de recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos y privados". «

Sin hijos 92 por ciento de las chicas adolescentes no tiene hijos y asiste a

la escuela, mientras que la mitad de las jóvenes que son mamás cursa

el secundario.

en chaco, los "bochitos" de inés

Inés apoya sus palmas contra los cristales y agacha la cabeza. Sus ojos color aceituna están llenos de lágrimas que no quiere mostrar. La angosta nariz soporta la presión de su vergüenza. Cuando afloja, mira quién de todos los presentes la está mirando. Y renueva el pudor.

Hace tres días que participa de las jornadas sobre educación sexual en una escuela de Fuerte Esperanza. Nunca se sacó el delantal y su melena canosa y de cabellos finos sólo es sostenida por un gancho turquesa. Sonríe, opina, discute y presta atención. Sólo se evade para silenciar a dos gurisas de trenzas trigueñas que corretean por todos lados. Es la maestra chaqueña del año y se acaba de enterar.

Hace 59 años que Inés Haydée Herzel nació en Machagai. Hace 34 que no deja de educar. A José, Fermín, Rita, Jackelina, Martín, Miguel y cientos de pibes que van a su escuela, la 920 de Wichí El Pintado, a media hora de Fuerte Esperanza. Muchos de ellos recorren hasta 20 kilómetros para ir a clases. Pero no todos lo hacen. Entonces, Inés se los lleva a su casa, a vivir con ella en medio del monte, donde no llega ni el teléfono.

"Acá es donde tragamos tierra, nos revolcamos con las vinchucas y nos perforan los mosquitos. Los colegas son nuestro fuerte, somos pares. Y acá están los niños, porque cuando uno es docente se debe a los niños, como cuando la madre engendra un hijo. A él se debe." Inés no tuvo hijos naturales pero crió unos catorce. Algunos de ellos dicen que es una maestra estricta pero comprensiva. Además, pagó de su bolsillo los estudios de otro puñado de pibes que se fueron a Resistencia.

Su cara refleja las grietas de una tierra que hace más de dos años no recibe bendición. En el Impenetrable se secan las vacas y el desmonte se roba hasta el oxígeno. Todavía quedan unos 10 mil analfabetos y hay 113 escuelas rurales.

A Fuerte Esperanza lo bautizó la dictadura militar en 1978. Es un terruño donde los cerdos se pasean como perros y el polvo es niebla eterna, la cabecera de un puñado de parajes satelitales que viven esperando el agua.

"Quiero instalarme en Fuerte para seguir dándoles, porque hay secundaria y terciaria. ¿De qué vale que les dé la primaria si no tengo la secundaria? Las primeras chicas que vinieron a estudiar a El Pintado tenían el quinto grado hecho. Y llegaron con las manos vacías", relata Inés.

Hoy debería conocer a la presidenta, junto a las otras 23 maestras provinciales del año. No sabe si viajará a Buenos Aires, pero sí qué le pediría: "Quisiera que le busquen la vuelta para que aquellos niños que viven a 12 o 15 kilómetros de la escuela más cercana no tengan que recorrer tanto camino para que no los traigan de cuando en cuando. Quisiera que Cristina trate de sacar a todos los bochitos que hay en las escuelas rurales. Porque hay muchos bochitos y no pueden seguir estudiando."

Martín y Jackelina esperan que termine la entrevista en la chata que los llevará de vuelta al monte. Será uno de los últimos viajes. La intendencia local ya donó un terreno y el ministerio se encargará de levantarle una casa. Un hogar que, seguramente, también se convertirá en escuela.

a rusia con amor

Organizaciones de la diversidad sexual se convocaron ayer por la tarde frente a la Embajada de Rusia en Buenos Aires, en el barrio de Recoleta, para repudiar el rechazo que persiste en ese país a las parejas del mismo sexo, donde están prohibidas las "marchas del orgullo". Bajo la consigna "A Rusia con amor", la pacífica protesta alentó a decenas de parejas homosexuales a besarse frente a las puertas de la legación rusa.

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