Padovani: “Lucho para que exista más conciencia vial”

Padovani: “Lucho para que exista más conciencia vial”
El fundador de Pavicei rescata lo positivo del cambio en el Código Penal.
A 17 años de la muerte de su hija Verónica, Raúl Padovani la recuerda y con ella todo lo que vivió después de su muerte. Transformó aquel dolor en el compromiso de que nadie más muera en un siniestro vial por conductores negligentes.

Creó la fundación Padres de Víctimas de Conductores Ebrios e Irresponsables (Pavicei) y dedica su vida a educar a la sociedad sobre las correctas conductas viales.

El fallecimiento de su única hija mujer impulsó a Padovani a realizar aquel viaje a pie a Buenos Aires, tan recordado por todos.

Su peregrinación fue para pedir que se trate la modificación del artículo 84 del Código Penal.

La ley estipulaba en ese momento una pena máxima de 3 años para quien atropellara y matara a una persona.

El Código también establece que las penas menores a 3 años son excarcelables.

Recuerdos del viaje

Padovani salió de Salta un 23 de agosto de 1999, un día después del cumpleaños de su hija. Tardó 36 días en llegar a la capital del país. Llevaba $70, una mochila con ropa, una carpa, un par de zapatos y una herida incurable en el alma.

Al día siguiente de haber llegado a Buenos Aires, los diputados nacionales se hicieron eco de su pedido y dieron la media sanción que le faltaba para que la modificación del Código Penal sea ley.

Desde ese momento, la pena máxima para los conductores que matan a una persona en un siniestro vial pasó a ser de 6 años, lo cual implica que sí pueden ir a prisión.

En el camino a Capital Federal fue recolectando fotografías de personas fallecidas por siniestros viales, las que llevó al Congreso de la Nación. También en su peregrinación vivió cosas inolvidables: conoció de casualidad, o por capricho del destino, a muchas mujeres que compartían su mismo dolor y a muchas otras almas solidarias que le dieron hospedaje y comida.

“Yo realicé ese viaje porque estaba loco. Tenía mucho odio. Quise matar más de una vez a quien atropelló a mi hija. En el viaje me di cuenta de que me podía haber pasado a mí. Yo también en esa época manejaba rápido y, a veces, ebrio. Tuve suerte de no haber matado a nadie. Al poder ponerme en el lugar de quien atropelló a Verónica, pude también perdonar y dejar el odio de lado”, reflexionó Padovani.

Al regresar a Salta decidió dedicar su vida a la educación y concientización vial. Fundó Pavicei, para trabajar en la prevención de accidentes, concientización y educación vial.

El hecho trágico

En la madrugada del 12 de abril de 1997, Verónica Padovani, salió de un boliche, se trasladaba en una motocicleta que conducía Jorge Cuéllar por la avenida Tavella, cuando fueron embestidos por un conductor ebrio cerca del acceso al barrio San Remo.

El hombre fue juzgado y le dieron 2 años y 7 meses, pero no fue a prisión al tratarse de una condena menor a 3 años.

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