Pacto de Padua: mensaje de unidad y crecimiento bajo el ala de Francisco

Jefes comunales de todo el país y organizaciones gremiales ratificaron el Pacto de San Antonio de Padua, que apunta a enfrentar el cambio climático y a encarar políticas para proteger a los más vulnerables.

Más de 50 intendentes de todo el país pertenecientes a diversas fuerzas políticas, con el apoyo de representantes y autoridades de distintos credos, ratificaron en un acto ecuménico un compromiso para encarar una serie de acciones comunes destinadas a luchar contra el narcotráfico y la trata de personas, enfrentar la pobreza y la desnutrición infantil, combatir la violencia de género e intrafamiliar y el abuso y trabajo de los niños, desarrollar políticas para abordar el deterioro ambiental y alentar el uso de energías renovables y garantizar el acceso a la salud, a la educación de calidad y al agua potable, entre otros puntos relevantes.

El acto se realizó en el Convento de San Francisco, de la Ciudad de Buenos Aires, el lunes 29 de febrero, a partir de la iniciativa de un conjunto de intendentes justicialistas de la Provincia de Buenos Aires, que en enero de este año firmaron el Pacto de San Antonio de Padua, bajo la guía espiritual del Papa Francisco.

Los jefes comunales que suscribieron el Pacto de Padua son Gustavo Menéndez, de Merlo; Verónica Magario, de La Matanza; Martín Insaurralde, de Lomas de Zamora; Gabriel Katopodis, de San Martín; Leonardo Nardini, de Malvinas Argentinas; Fernando Gray, de Esteban Echeverría; Juan Zabaleta, de Hurlingham; Ariel Sujarchuk, de Escobar; Eduardo Bucca, de Bolívar; Juan De Jesús, del Partido de la Costa; Alberto Descalzo, de Ituzaingó, y Mariano Cascallares, de Almirante Brown.

Entre los intendentes que se sumaron a la ratificación del Pacto durante el encuentro realizado en el Convento de San Francisco figuran Jorge Macri, de Vicente López ; Ramiro Tagliaferro, de Morón; Gustavo Posse, de San Isidro; Martiniano Molina, de Quilmes; Nicolás Ducoté, de Pilar y Darío Kuba, de General Rodríguez, todos ellos de Cambiemos. También firmaron justicialistas como Francisco Durañona, de Areco y Juan Carlos Gasparini, de Roque Pérez, y Joaquín de la Torre, de San Miguel (Frente Renovador), Walter Festa, de Moreno; Julio Garro, de La Plata; Enrique Cresto, de Concordia, así como otros intendentes bonaerenses y de diferentes provincias.

Estuvieron presentes dirigentes de todo el arco político, además de los intendentes. Entre ellos Julián Domínguez, Felipe Solá, Cristina Álvarez Rodríguez, Gustavo Vera, Gerardo Martínez y Fernando Espinoza.

El intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, afirmó en un discurso que en el mundo “hay una minoría de hombres satisfechos y una mayoría de pobres indignados” y llamó a redoblar esfuerzos para proteger a los más vulnerables, en sintonía con la convocatoria del Papa Francisco.

Menéndez, uno de los impulsores del Pacto de Padua, instó también a “transformar en políticas de Estado los diez puntos del Pacto”, que incluyen compromisos para combatir el narcotráfico, la trata, la pobreza, la desnutrición y el abuso infantil, la violencia de género, el daño ecológico y garantizar el acceso a la educación, la salud y el agua potable.

El objetivo del acuerdo no se agota en el aspecto declarativo. A partir de ordenanzas municipales, se crearán "Observatorios" que encararán el seguimiento de las políticas para abordar los objetivos incluidos en el Pacto firmado por los intendentes y se impulsarán cambios de paradigmas en términos de conductas individuales y colectivas, siempre orientados a cuidar la "Casa Común", el Planeta Tierra, en general, y la sociedad en particular.

En la Encíclica Laudato Si', que constituyó una referencia para el Pacto de San Antonio de Padua, el Papa Francisco advirtió que a muchos "no parece preocuparles una justa dimensión de la producción, una mejor distribución de la riqueza, un cuidado responsable del ambiente o los derechos de las generaciones futuras".

El Santo Padre alertó en esta reflexión que no hay conciencia clara de los problemas que afectan a los excluidos. "Ellos son la mayor parte del planeta, miles de millones de personas. Hoy están presentes en los debates políticos y económicos internacionales, pero frecuentemente parece que sus problemas se plantean como un apéndice, como una cuestión que se añade casi por obligación o de manera periférica, si es que no se los considera un mero daño colateral", enfatizó. 

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