El pacto de Massa: Dos ministerios para de Narváez y la presidencia de la Cámara para Giustozzi

El pacto de Massa: Dos ministerios para de Narváez y la presidencia de la Cámara para Giustozzi

La incorporación del eterno aspirante a la gobernación bonaerense Francisco de Narváez a las filas massistas es, sin lugar a dudas, una noticia más que positiva para el Frente Renovador. La noticia se da en vísperas de lo que se cree también será el pase del esposo de Jesica Cirio y jefe comunal de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde.

El “Colorado” se mantuvo guardado en el placard desde la última y aplastante derrota electoral sufrida en el año 2013, cuando el efecto “Alica-Alicate” pareció llegar a su fin. Sin embargo, después de diversas conversaciones con el precandidato a la presidencia de la Nación, Sergio Massa, su figura pareció recobrar valor en la arena provincial y por qué no nacional.

En ese sentido, Massa planeó unas Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) en la provincia de Buenos Aires que, sin dudas, ayudarán a traccionarle voluntades hacia su meta presidencial. De esta manera, Martín Insaurralde, quien sería acompañado por el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, enfrentaría a Francisco de Narváez, quien a su vez se cree que podría ser secundado por Mónica López, otra histórica y relegada candidata que, vale recordar, durante sus vacaciones en Pinamar aseguró a REALPOLITIK que el "Colorado" es “muy bienvenido al Frente Renovador”.

Así, Massa conseguiría atraer votos que, al menos en alguna medida, le son ajenos. Es decir, tanto los de la derecha del ex candidato a gobernador, como los de la centroizquierda kirchnerista a la que Insaurralde supo conquistar durante las últimas legislativas.

Los pormenores del acuerdo impulsado por el tigrense para cerrar con de Narváez -a quien, según señalan sus allegados, se lo ve rebosante de alegría- prevé la probable derrota del “Colorado”. Por eso incluiría el nada despreciable premio consuelo de dos ministerios provinciales, entre los que se encontraría principalmente el área de Seguridad, que ahora detenta Alejandro Granados.

Pero el enroque, que resulta conveniente tanto para Massa como para de Narváez e Insaurralde, tiene sus detractores. Quizás el más perjudicado sea el radical también candidato a gobernador Gustavo Posse, quien muy probablemente terminé abandonando el espacio y jugando con el Pro de Mauricio Macri, cansado de las internas y el “verdugueo” de la familia de Malena Galmarini.

En tanto, Darío Giustozzi, otro de los que soñaba con reemplazar a Daniel Scioli en 2015, ya habría cerrado su renuncia a la carrera provincial a cambio de la titularidad de la Cámara de Diputados de la Nación.

De todos modos, vale destacar que en el círculo más íntimo del hombre de Almirante Brown aún aseguran que la decisión podría reverse si su ex jefe durante el gobierno de Felipe Solá y actual ministro del Interior de la Nación, Florencio Randazzo, decide bajarse de la carrera presidencial para luchar en terreno bonaerense con el Frente para la Victoria.

En fin, un vale todo cuyos límites aún son difíciles de vislumbrar.

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