Pablo Walter pidió adoptar una "posición más firme" en la entrega de recursos

Pablo Walter pidió adoptar una

El director de AySA dijo que los dirigentes kirchneristas se llevan el rédito político en las provincias.

El director de AySA (Agua y Saneamientos Argentinos S.A.), el tucumano Pablo Walter, planteó una "falta de política en la gestión" en las provincias durante el último Congreso Nacional del PRO que se realizó en San Juan.

Luego de las exposiciones de la vicepresidenta Gabriela Michetti; el ministro del Interior,Rogelio Frigerio y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, Walter tomó la palabra y advirtió sobre el manejo en el interior del país de parte de dirigentes kirchneristas que, a su entender, se llevan el "rédito político" de los programas sociales que financia Nación.

Según publica la agencia DYN, ese reclamo también apuntó a los funcionarios macristas que "no se involucran" en las gestiones de los gobiernos encabezados por mandatarios del Frente para la Victoria como Juan Mazur en Tucumán o Gerardo Zamora en Santiago del Estero.

Tras la queja, Peña recogió el guante y respondió que el PRO "no era lo mismo que el kirchnerismo" y dijo que "no se necesitaba de un aparato para ganar la elección" en referencia a las legislativas de 2017.

"No seamos boludos", le espetó Walter al funcionario nacional para alertar que aquellos gobiernos provinciales que reciben "recursos" y "herramientas" de Nación luego "le pegan todo el tiempo al presidente Mauricio Macri".

Por tal motivo, reclamó una "posición más firme a la hora de acordar y tener cuidado con aquellos que están por conveniencia", en vista a futuras alianzas electorales y pidió "controlar el funcionamiento de las cooperativas para evitar que malgasten los recursos".

De acuerdo a la mencionada fuente, el dirigente tucumano -que en la campaña electoral se encargó del armado político en el NOA- advirtió a los máximos referentes del PRO que va a ser "difícil entusiasmar a la gente que pidió un cambio si en las Provincias siguen los mismos funcionarios administrando los programas nacionales".

Esta posición está en sintonía con la expuesta por el radicalismo que planteó "límites" a la hora de sellar alianzas con peronistas en las provincias que, tras los comicios, "pueden jugar en contra" del gobierno.

La Casa Rosada dejó que continúen en manos de peronistas las dependencias de la Anses, el PAMI y los programas sociales y de trabajo que financia Nación para mantener la "convivencia" y diferenciarse del kirchnerismo que, afirman, "sólo apoyaba a quienes estaban con ellos".

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