Otro legado de los Juegos de la Juventud: el SAME renovó su equipamiento

Otro legado de los Juegos de la Juventud: el SAME renovó su equipamiento

En el videowall de la sede central del SAME los operadores monitorean en tiempo real la ubicación de cada ambulancia

La preparación de la Ciudad para recibir a los más de 4000 atletas que participaron de los Juegos Olímpicos de la Juventud hasta la semana pasada dejó otro legado, además de nueva infraestructura que en adelante disfrutarán los porteños. También se renovó el Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME), en un proceso que duró dos años.

Tras la competencia, se distribuyeron entre las bases que están en los hospitales 18 ambulancias nuevas, incluida una con capacidad para asistir a un centenar de víctimas en una catástrofe y dos equipadas para atender la alta complejidad pediátrica desde los dos hospitales de niños porteños, el Gutiérrez y el Elizalde. Además, se unificó el sistema de gestión de las asistencias con un software de emergencias integrado con Bomberos, la Policía de la Ciudad y Defensa Civil. Esta integración sirve para aprovechar las cámaras en la vía pública para obtener imágenes al instante para conocer los detalles de un incidente, como la cantidad de ocupantes de un automóvil siniestrado o decidir el tipo de servicio a despachar de acuerdo con la magnitud o la gravedad de un hecho.

En el videowall de la sede central del SAME en la calle Monasterio de Parque Patricios, los operadores pueden monitorear en tiempo real la ubicación de cada ambulancia con no más de un metro de diferencia. En sus computadoras, con un clic, también pueden obtener más información del origen de cada pedido de asistencia que ingresa al sistema, ya sea a través del 107 o derivado de las otras líneas.

"Recibimos 2500 llamadas telefónicas por mes y a aproximadamente 1000 le enviamos la asistencia. El resto son por causas que no ameritan que enviemos una ambulancia", dice Alberto Crescenti, director del SAME.

El servicio de atención de urgencias y emergencias porteño cuenta con 1300 empleados, entre médicos, choferes y radioperadores. Ayer, 136 médicos se presentaron al examen para ingresar al SAME. De ahí, se espera que salgan los 40 profesionales que se necesitan para cubrir los 315 cargos de especialistas en emergentología y completar, así, el "plantel ideal" del sistema. El año pasado, cuando el Ministerio de Salud porteño lanzó una convocatoria, faltaba cubrir el 30% de las vacantes. Con este examen de ingreso, Crescenti confía en que se completará el 13% pendiente.

"Al tener médicos propios, sabemos que están exclusivamente entrenados en la atención de emergencias extrahospitalarias en la escuela de capacitación para médicos del SAME", indica el funcionario a LA NACION.

Choques y vuelcos, explosiones, heridas con arma blancas o de fuego, peleas, complicaciones súbitas de las enfermedades cardiovasculares, incluido el ACV y el infarto, están entre los principales motivos de las emergencias a las que acuden las unidades, incluidas las aéreas. Sobre la atención de las urgencias cardiovasculares, Crescenti afirma con orgullo: "Estamos por encima de la media de recuperación de las personas con un paro cardíaco en la vía pública que llegan con vida al hospital".

 

Las nuevas ambulancias tienen cardiodesfribiladores duales y maletines de material ultraliviano imantados en las paredes Fuente: LA NACION - Crédito: Hernán Zenteno

 

Cuenta, también, que la atención de un "código rojo" (la máxima urgencia) está por debajo del tiempo internacional promedio de asistencia, que es de 14 minutos. "En la Ciudad, estamos dentro de los 10 minutos, con +/- 1 o 2 minutos -precisa-. Con las tres nuevas bases extrahospitalarias [aeroparque Jorge Newbery, Ecoparque y Bonpland], se reducirán los tiempos de respuesta. Pero el ciudadano también debe acostumbrarse a llamar al 107 cuando se necesita una ambulancia; esto es, cuando está en riesgo la vida, no por un dolor o un malestar que se puede atender en un centro de salud o el consultorio del hospital."

Maletines y camillas eléctricas

Las 15 unidades de auxilio, la nueva unidad de catástrofe y los dos móviles de alta complejidad pediátrica que se incorporan a la flota de más de un centenar de ambulancias que se ven distribuidas en distintos puntos de la Capital, como en las guardias de los hospitales Fernández, Pirovano o Santojanni, cuentan con sistemas de suspensión y mecanismos de seguridad para reducir el riesgo de vuelco. Además, según se explicó, están construidas con materiales que reducen el peso de las unidades, a la vez que aumentan la resistencia en el caso de un choque.

"Todas las ambulancias tienen cardiodesfibriladores duales para asistir a adultos y chicos", explica Crescenti. Las unidades más nuevas también incluyen camillas que se accionan de manera eléctrica y pueden soportar hasta 300 kilogramos. En el interior de 15 de las nuevas ambulancias, un sistema germicida de luz ultravioleta facilita la "autolimpieza" para disminuir el riesgo de infecciones. Y maletines de material ultraliviano imantados en las paredes de las ambulancias contienen el equipo necesario para atender emergencias de la vía aérea, partos, quemaduras y traumas.

 

 

 

La ampliación de cinco a siete frecuencias de radio exclusivas para la comunicación del SAME agiliza el contacto entre los operadores de la central operativa, las ambulancias y los helicópteros, que sumaron un helipuerto más en el hospital Tornú. "El despacho de las ambulancias es más rápido. Además, con el equipo que tengo en mi chaleco me puedo comunicar directamente con el helicóptero desde la central, una ambulancia o donde esté y si necesito que baje, solo lo tengo que pedir", finaliza Crescenti.

 

Comentá la nota