El procedimiento judicial se concretó por orden del Juzgado Comercial Nº11 a cargo del doctor Fernando Saravia, en el contexto de un juicio que la empresa Cablevisión le iniciara a Morales por haber puesto al aire en su programa "Desayuno", que se emitía por Canal 7, un tramo de la final entre Boca y el Real Madrid, disputada en Tokio en el año 2000, cuyos derechos de transmisión había comprado Cablevisión, en tiempos en donde los derechos de televisión estaban en manos privadas. Ya por aquel entonces, Morales pregonaba que las imágenes deberían ser de libre acceso, algo que finalmente ocurrió cuando en 2009 comenzó el programa Fútbol para Todos.

El abogado del periodista, Miguel Pierri, se mostró sorprendido por la medida a la que calificó de"innecesaria", porque "nadie puede pensar que Víctor Hugo no es una persona que no pueda responder con su patrimonio a la pretensión económica del Grupo Clarín, que le reclama 800 mil pesos".

"Cablevisión es el sostén mafioso del Grupo Clarín", afirmó el relator en diálogo con C5N. Y agregó:"Son una verdadera mafia a la que enfrento desde hace 20 años, y las facturas llegan". 

Mientras Clarín aboga por la supuesta libertad de prensa perdida en el marco de la cual critica con crudeza a todos los funcionarios del Gobierno, empezando por fustigar a la presidente Cristina de Kirchner, ahora el Grupo Clarín persigue a periodistas en la figura del Víctor Hugo Morales.

De no existir la libertad de prensa, es difícil pensar que tanto los medios del Grupo Clarín, como otros expresen sin filtro cuanto piensan de Cristina y el resto de los funcionarios. Por caso, el diario Clarín dio como veraz información respecto a las supuestas cuentas que Máximo Kirchner tenía en el exterior, lo cual luego se demostró como falso.

La revista Noticias por su parte, en varias tapas atacó la imagen de la Presidente con títulos e imágenes irreverentes con la investidura presidencial como "El goce de Cristina". En el último número el blanco su hijo con el título "Genio o boludo".