Otra lluvia intensa e inesperada inquietó en Sierras Chicas

Otra lluvia intensa e inesperada inquietó en Sierras Chicas

Fuera de todo pronóstico, una fuerte precipitación generó ayer preocupación en una de las áreas más castigadas por los temporales. El panorama en las zonas inundadas ofrece matices diferenciados.

El agua sigue bajando lentamente en la mayoría de las localidades afectadas por inundaciones en el este y en el centro provincial, pero no termina de dar un respiro a los cordobeses.

Por un lado, quedan puntos aún acechados por las crecidas, como Bell Ville y Cruz Alta (en la cuenca del río Ctalamochita), mientras a Idiazábal siguen sin poder regresar sus mil habitantes evacuados.

Por otra parte, siguen inquietando las lluvias fuera de pronóstico que caen sobre Córdoba. Ayer asombró que, como el viernes pasado, cayera una intensa precipitación en las ya castigadas Sierras Chicas, mientras que en el resto del mapa cordobés reinaba el buen tiempo.

Hasta 80 milímetros precipitaron en la zona de Cabana (Unquillo), generando una evidente angustia entre los habitantes de esa región. Algunos ríos crecieron y obligaron a clausurar vados en Río Ceballos, Mendiolaza y Unquillo, y en algunos casos, a levantar barricadas. Finalmente, no se reportaron daños ni nuevas evacuaciones.

“No entendemos cómo se dan estas lluvias intensas que nadie pronostica. Y encima justo en Sierras Chicas generan cierta psicosis; después de lo que pasó mucha gente está asustada y eso complica a todos”, admitió anoche Diego Concha, director de Defensa Civil de la Provincia.

La nueva e inesperada lluvia obligó a la paralización de las tareas de reconstrucción de la infraestructura urbana y ayudó a deteriorar, nuevamente, las calles y caminos que se venían reparando.

Pueblos y campos

En el noreste, el agua se sigue retirando de las áreas urbanas y se reduce el número de evacuados, por quinto día consecutivo, pero se evidencia que en las cientos de miles de hectáreas inundadas en zonas rurales el problema demandará bastante más tiempo.

En Idiazábal, la localidad del sudeste más afectada, el bombeo del agua hacia los campos y la construcción de más defensas haría posible que algunos de sus mil vecinos evacuados puedan retornar durante esta semana. Pero el pueblo quedará por un tiempo como una isla en medio de un mar de agua.

Mientras, la crecida del Ctalamochita mantiene en alta tensión a Bell Ville y sigue preocupando la situación en Cruz Alta, en el límite con Santa Fe, donde ese mismo río se transforma en Carcarañá y suma a la crecida una enorme deriva de agua de campos de una amplia región. En Cruz Alta había hasta anoche 180 evacuados.

Ley para fondo

La Provincia elevó ayer a la Legislatura el proyecto anunciado el pasado viernes de creación del Fondo de Emergencia por Inundaciones. “Tiene como principal objetivo encauzar de forma urgente e inmediata la reconstrucción de infraestructura y la asistencia social a las familias damnificadas por la catástrofe climática que sufrió Córdoba”, fundamentó el ministro de Gestión Pública, Manuel Calvo, ante los legisladores.

De aprobarse, esos recursos tendrán una cuenta especial con afectación específica sólo utilizable para reparar daños derivados de las inundaciones. Se integrará con aportes del presupuesto provincial, sumas que gire el Estado Nacional en concepto de subsidios o créditos; préstamos internacionales o nacionales que se giren con este fin, donaciones, y todo otro ingreso o recurso de origen público o privado que se destine a esta finalidad.

El Ministerio de Gestión Pública tendrá a su cargo la administración de estos recursos.

El proyecto propone que el criterio de contratación de obras sea a través del mecanismo de subasta electrónica y que el seguimiento y control quede a cargo de una comisión parlamentaria integrada, en su mayoría, por miembros de la oposición legislativa. Se estima que el proyecto quedará aprobado en un rápido trámite.

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