Cerca de la medianoche de ayer, nuevamente fue sorprendido en un intento de robo, el menor de 11 años cuya situación social se hizo conocida tras el robo del ar­ma reglamentaria a una policía en el barrio La Quebrada de Rawson. Ese hecho dejó en evidencia situaciones a la que la Justicia de Menores no estaría prestando demasiada atención.

Minutos antes de la medianoche de ayer, una familia propietaria de una parrillada en Pocito, que se disponía a descansar, escuchó ruidos en un local contiguo al salón de ventas donde funciona un minimarket y, al chequear qué pasaba, encontraron a un menor revisando la caja registradora y la mercadería del mostrador.

Para sorpresa de los integrantes de la familia, el menor que es conocido por ellos, ya que en varias oportunidades (en total 3) intentó robarles, es nada más y nada menos que el mismo chico que debía estar en el Proyecto Juan para recuperarse de su adicción a las drogas y que hacía aparentemente dos días que se había fugado por segunda vez.

El niño había violentado una ventana cuyos barrotes están separados por unos 15 centímetros y por allí ingresó al local de los propietarios de la Parrilla Manolo. La familia llamó a la policía y el menor fue trasladado a una dependencia policial por parte del Comando Radioeléctrico.

El chico de 11 años sigue siendo un caso difícil que la Justicia de Menores no sabe cómo resolver su situación, ya que constantemente está cometiendo ilícitos o al menos intentándolo.

Atado a esta situación

Otro hecho ocurrido en la noche de ayer, en inmediaciones de calle 6 y San Miguel, se habría producido un accidente vial con la participación de una moto y dos ocupantes.

Cuando la policía llegó al lugar, tras un aviso anónimo, no encontraron a los involucrados en el choque, pero sí a un menor de 15 años con una moto de 150cc que sería robada.

Al consultar la filiación del menor, resultó ser hermano del chico de 11 años antes nombrado. Este otro caso también trata de un menor al que no se atiende.