Otra vez por la bajante del río se resiente el servicio de agua

Otra vez por la bajante del río se resiente el servicio de agua

El canal habilitado para que ingrese agua cruda a la toma volvió a acumular sedimento. Persisten los problemas de producción

El río Paraná frente a la costa de la capital entrerriana registró este miércoles una altura de 1,31 metros. Tal como mencionó UNO días atrás, la marca se sitúa entre las cinco más bajas de los últimos 40 años.

 

En los últimos 15 días, la pronunciada merma del caudal del Paraná se agudizó y se redujo otros 20 centímetros. Esta situación derivó en un nuevo inconveniente en la producción de agua potable para atender la demanda en la capital provincial. Según se informó, la Subsecretaría de Saneamiento de la Municipalidad de Paraná debió intervenir nuevamente en la Toma Nueva, donde se encuentran los dos muelles con las bombas extractoras del suministro para potabilizar.

En ese sentido, el titular del área José Borghello, indicó que se realizan trabajos en el mantenimiento de las bombas succionadoras del líquido, ya que en el canal de toma se encuentra mucha sedimentación que puede dañar los equipos. A raíz de ello, el martes volvió a paralizarse la producción de agua ocasionó nuevamente problemas de baja presión del suministro en zonas del centro de la ciudad, sectores altos como barrio Hipódromo, San Agustín, Bajada Grande y Kilómetro 5 ½.

 

Desde este miércoles se ejecutan nuevos trabajos de profundización del canal de ingreso de agua al muelle 1, que es el afectado por la bajante, debido a su mayor cercanía a la costa. Desde allí se toma el agua que se envía para ser producida en la planta del Cristo; el otro muelle, construido en 2004 junto a la nueva planta potabilizadora, se emplazó muchos metros más adentro del río.

 

El funcionario municipal informó también que buzos tácticos de la Policía de Entre Ríos constataron la sedimentación en el canasto protector de la bomba ubicada en el muelle más antiguo, por eso se procedió a la detención de la misma para evitar el daño total.

 

Con la producción disminuida, empezaron a hacer trabajos de sectorización de presiones del suministro en la distribución, con el propósito de garantizar la llegada de agua potable a todos los hogares. Y nuevamente se pidió a la comunidad que haga un uso racional del suministro.

 

Los primeros problemas en Toma Nueva comenzaron en agosto, cuando el río registró una abrupta disminución: en dos meses perdió más de 2 metros de agua. Tras alcanzar un pico de 4,55 metros el 25 de junio, a solo 15 centímetros del nivel de evacuación se inició una rápida disminución de los caudales y dos meses después, el 25 de agosto, frente al Puerto Nuevo registró una altura de 2 metros.

 

El municipio realizó en esa fecha los primeros trabajos de refulado del terreno, de modo de profundizar la zona de alimentación. Ya a principios de septiembre, con el río acentuando esa bajante, se resintió fuertemente la tarea de captación de agua en el muelle 1 por la acumulación de camalotes. Allí se hizo un canal de acceso de agua a las bombas extractoras, tarea que se ha venido repitiendo en las últimas semanas, como consecuencia de la retracción del agua sobre la costa.

 

Los pronósticos del Instituto Nacional del Agua (INA) acerca del comportamiento y nivel del río no son muy alentadores, ya que se advierte que esta situación puede extenderse al menos hasta fin de año: será en un contexto de mayor demanda y consumo de agua, por el verano.

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