Oscar Luciani comienza a transitar su último año de gobierno

En un nuevo aniversario del período democrático más prolongado de nuestra historia, se cumplen tres años desde que el intendente asumiera al frente del Ejecutivo local, poniendo fin a 16 años ininterrumpidos de gobierno peronistas. Los desafíos más importantes de cara a su eventual postulación para un segundo mandato.

En un nuevo aniversario del período democrático más prolongado de nuestra historia, el intendente Oscar Luciani ingresa en el último año de su gestión de gobierno. Luego de ganarle al ex intendente Miguel Ángel Prince por apenas 3 puntos de diferencia (45.93 por ciento contra 42.76), el actual jefe comunal llegaba a la primera magistratura el 10 de diciembre de 2011 a la cabeza de un agrupamiento electoral que incluía a su propio partido de origen, la Unión Vecinal, la Unión Cívica Radical y Acción Ciudadana. De este modo, se ponía fin a 16 años ininterrumpidos de gobiernos peronistas.

Transcurridos tres años de gestión, Luciani ingresa en el tramo final de su gobierno con una serie de desafíos importantes por resolver de cara a su eventual postulación para un segundo mandato. La emergencia habitacional y sanitaria generada por las últimas inundaciones asoma sin dudas como uno de los temas centrales. Desde que el intendente asumiera sus funciones, Luján sufrió cinco eventos de importancia, y si bien es cierto que las causas estructurales de la situación exceden el plazo de su gobierno, la voluntad y capacidad para ponerse al frente de la situación y empezar a gestionar soluciones de fondo serán decisivas a la hora de hacer un balance de su administración. 

Otro tanto ocurre con el delito, cuyo notable crecimiento en los últimos años no responde únicamente a causas internas. No obstante, las respuestas que puedan darse desde el Ejecutivo local son importantes no solo para reivindicar el rol irrenunciable de los municipios en la materia y brindar una necesaria orientación política en un tema que es campo de fuertes disputas ideológicas, sino también para empezar a sumar herramientas que aporten soluciones a una de las cuestiones más complejas que enfrenta cualquier gobierno. En este sentido, la creación de la Escuela de Policía local es un punto a favor -en la medida que garantiza los refuerzos de personal necesarios en el distrito-, mientras que el intento de relanzar a pleno el Consejo Permanente de Seguridad Ciudadana es por ahora una promesa incumplida.  

En materia económica el panorama arrancó condicionado desde sus inicios y continúa estándolo. Además, el presupuesto del año en curso todavía está pendiente de aprobación, lo cual refleja dificultades a la hora de generar consensos con otros espacios. Por otra parte, es justo destacar la intención de recomponer los salarios de los empleados municipales -amén de que en términos absolutos siguen estando por debajo de las necesidades de una familia promedio y de las expectativas legítimas de los trabajadores-.

En el aspecto turístico, Luján espera una renovación a la altura de su jerarquía de destino internacional. El anunciado Plan Director de Turismo no sobrepasa por ahora una austera presentación de lineamientos y objetivos ante el Concejo Deliberante y una serie de reuniones con los actores que trabajan en la zona histórico-basilical. Lo mismo puede decirse en relación a la sanción de un nuevo Código de Ordenamiento Urbano (COU), herramienta central para la planificación del territorio a futuro y llave de ingreso a la definición de otros temas decisivos, como la superficie destinada a emprendimientos privados y la ubicación de un Parque Industrial que le permita a nuestro distrito recoger los beneficios de las políticas de reindustrialización, entre ellos la creación de empleo calificado. 

La falta de obra pública en barrios y localidades es otra necesidad acuciante, puesta en evidencia ferozmente por los temporales de viento y lluvia que provocaron anegamientos en zonas hasta entonces insospechadas. Si bien el Municipio empleó importantes recursos en recuperar la maquinaria vial -tarea necesaria que arrojará beneficios a futuras administraciones-, los resultados de la inversión todavía no se reflejan en la medida que esperan los vecinos. 

Por último, en el plano político también hay zonas de incertidumbre. La principal: la continuidad de la alianza que llevó al intendente al poder, un frente que a lo largo de estos tres años, lejos de consolidarse, parece haberse debilitado. Mientras que Oscar Luciani coquetea con el Pro recibiendo a su despacho a Mauricio Macri, los radicales aguardan definiciones a nivel nacional y provincial para hacer su jugada. Cuestiones que deberán despejarse en el corto plazo para ofrecerle al elector signos inequívocos y oportunos del derrotero político que concluirá en agosto de 2015 cuando se celebren las Primarias.   

Comentá la nota